La polémica sobre la propiedad del campo de fútbol del polígono docente del Vena terminará en los tribunales si antes la Universidad de Burgos y la Junta de Castilla y León no alcanzan un acuerdo respecto a la titularidad de este terreno que ambas reivindican. Por el momento, la entidad académica local se encuentra preparando una demanda al respecto para que sea la Justicia la que dilucide un asunto que se remonta a hace 15 años, pero que saltó a la palestra hace uno cuando el rector, Manuel Pérez Mateos, anunció que se estudiaba la posibilidad de sacar la parcela a subasta para lograr financiación.

El máximo responsable académico se ha reunido con el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, para abordar el asunto. Durante el encuentro, en el que primó la «cordialidad», expusieron sus respectivos argumentos a la hora de defender la propiedad de la parcela. Pérez Mateos justifica que se inscribió en el Registro de la Propiedad en 1991, cuando aún no había nacido la UBU y dependía de la Universidad de Valladolid. Una vez creada la academia local, todos los bienes pasaron a ser de su pertenencia. De igual forma, precisa que el mismo paso dio el Gobierno regional en 2004 como solar incluido en el complejo del instituto Diego Porcelos, sin que «exista una explicación sobre por qué ocurrió esta situación».

Al mismo tiempo, la institución local ha mantenido conversaciones con el registrador de la propiedad, quien le ha traslado desconocer el motivo de ese «error», al igual que el hecho de que «ya no puede actuar de oficio» al haber transcurrido tanto tiempo. Ambas partes defiende sus argumentos y, de hecho, el rector asegura que durante la reunión con Fernández Carriedo «se llegó a un acuerdo» respecto a la conveniencia de que el asunto lo resuelva la Justicia, dado que tanto el consejero como el máximo responsable académico manifestaron «no poder renunciar a una inscripción registral de propiedad». 

Entra en juego el colegio. A pesar de todo, Pérez Mateos no descarta que, en el proceso de presentación de la demanda y pronunciamiento de los tribunales, se alcance un acuerdo con la Junta. En esta sentido, avanza que se barajan varias posibilidades, como la de «acordar un reparto del terreno al 50%» entre las dos instituciones, además incluir en la negociación el colegio Francisco de Vitoria, también ubicado en el polígono del Vena, cuyo propietario es la UBU, pero que utiliza el Gobierno regional.

Por el momento y sin descartar estas opciones, Pérez Mateos avanza que la Universidad ya se encuentra preparando la demanda judicial sobre la propiedad de la parcela, si bien aún no se ha decidido la vía a seguir, que puede ser la Civil o la Contenciosa. En lo que parece que está dudando el Rectorado es en el fin al que destinará ese terreno, en caso de que los tribunales le den razón o se llegue a un entendimiento. «Por el momento, ese asunto está paralizado hasta que no se resuelva de forma definitiva su titularidad», subraya, al tiempo que añade a ese primer planteamiento de sacarla a subastar para conseguir financiación, dados los problemas que presenta al respecto, el de poder construir en la misma edificios propios que respondan a las necesidades que presenta el campus burgalés, tales como la ejecución de una residencia universitaria de estudiantes.