Diario de Burgos

Los vendedores del rastrillo de Plaza España se manifestarán

I.E.
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Denuncian que la concejala no quiere reunirse con ellos y discriminación respecto a otros mercadillos

Los vendedores se concentrarán esta semana frente al Ayuntamiento. - Foto: Patricia González

Los anticuarios y vendedores de efectos de segunda mano se sienten ninguneados y «discriminados» por el Ayuntamiento, que lleva semanas sin atender a su petición de instalarse en el paseo del Empecinado, un lugar más espacioso que la Plaza de España y que permitiría instalar más puestos y, al mismo tiempo, cumplir con todas las distancias y medidas de seguridad. Pero la concejala, según el portavoz de estos comerciantes, les ha dado largas «en tres ocasiones». «No quiere reunirse con nosotros y ha de recordar que pagamos nuestras tasas y nuestros impuestos por trabajar», advierte Toño Gallego. Asimismo, recuerda que hay otros mercadillos en la ciudad que sí están autorizados para vender y no cumplen con mayor rigor que ellos las medidas de seguridad. «Nosotros queremos igualdad de trato», indica la misma fuente.

Por ello, los comerciantes que se instalan los domingos en Plaza de España -lo tienen prohibido desde el día 19 de septiembre- ya han encargado unas pancartas que exhibirán el próximo miércoles o jueves a las 12 del mediodía frente al Ayuntamiento. En ella se podrá leer: «Ovejero (por la concejala de Comercio), nos tratas como apestados;mentiras y desplantes no son la solución; reapertura del mercadillo de antigüedades, ya».

Gallego advierte de que «buena parte de los ingresos» de las 35 familias que disponen de un puesto en el mercadillo «dependen de las ventas que realizan en la Plaza de España». Asimismo, recuerda a la concejala que antes de la clausura, los comerciantes ya habían reducido a 13 los puestos colocados, para respetar las distancias de seguridad, de modo que ya se perdían dos de cada tres domingos. Y sobre el incumplimiento de medidas, asegura que se estaban respetando, pero que, en todo caso, los comerciantes «no son la Policía, no pueden llevar a cabo una labor de vigilancia que no les compete ni pueden efectuar». En otros mercadillos, advierte, «hay ocasiones en que no se cumplen las medidas y no han sido cerrados». «¿Por qué en nuestro caso sí? No lo entendemos», agrega.

El portavoz de los vendedores explica, también, que el Ayuntamiento decidió suspender el mercadillo «temporalmente y de forma excepcional», tal como recogió el anuncio municipal, «pero parece que no tienen ninguna intención» de que vuelvan. Han solicitado a la Concejalía trasladarse al paseo del Empecinado, «donde hay más hueco y podrían instalarse más puestos», pero nadie les ha contestado. Y ya van tres veces que dan la callada por respuesta.

Más de una treintena de personas participan en esta feria de forma legal, pero también pedirán que se permita poner su puesto a aquellas que acudan a la ciudad sin ser profesionales pagando una tasa.