Por unanimidad y sin discusión, salvo un pequeño rifirrafe entre los portavoces del PSOE y Vox, se aprobó el organigrama político de la Diputación para este mandato, a la espera de contar con el presupuesto de la institución para el próximo ejercicio y puedan hacer frente a las remuneraciones de algunos de los puestos políticos, cargos de confianza o asesores, con los que contará el equipo de gobierno.
En la sesión plenaria de ayer, en la que tomaron posesión los dos diputados de Vox, Nicasio Gómez y Ángel Luis Martín, se acordó por unanimidad un reparto en el que se establece que el equipo de gobierno del PP cuente con siete dedicaciones exclusivas, o diputados liberados, incluida las del propio presidente de la Corporación provincial, Borja Suárez, y los tres vicepresidentes, Ramiro Ibáñez, José Antonio de los Mozos e Inmaculada Sierra, y el PSOE con tres, entre ellos la portavoz, Nuria Barrios.
El presidente de la Diputación percibirá una retribución anual de 92.918 euros, la misma que su predecesor y la establecida como máxima por la legislación para las diputaciones con el número de habitantes que tiene la provincia de Burgos. Por lo que respecta a los vicepresidentes primero y segundo, Ramiro Ibáñez tendrá un sueldo anual de 69.440 euros y José Antonio de los Mozos de 59.766 euros.
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