Diario de Burgos

Una feria de mucho sabor

DIEGO PÉREZ LUENGO / Burgos
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La Feria de la Manzana Reineta de Caderechas se vistió de gala en Cantabrana para ofrecer una gran variedad de productos, entre los que destacó la fruta, que este año ha visto mermada su producción a causa de las heladas de abril

La manzana fue el principal reclamo de una feria en la que, de los siete puestos que vendían frutas, cinco consiguieron dar salida a todas sus existencias. - Foto: Christian Castrillo

La primavera pareció prometerlas una larga vida. Sus flores llenaban de un color vivo las inmensas hectáreas del valle de Las Caderechas. Toda su extensión parecía sonreír con prósperas ilusiones que traerían frutas y manzanas con un espléndido sabor. Pero antes de que mayo pudiese darlas el cariño caluroso de sus reconfortantes rayos de sol, unas noches de frío repentino sorprendieron a abril para congelar todas las flores. El valle entero lloró y lo que parecía ser un atisbo de esperanza se desmoronó en una carrera por la supervivencia.

Supervivientes fueron las manzanas que se aferraron a la vida y llegaron con su fruto hasta la XII edición de la Feria de la Manzana Reineta de Cantabrana. Con las primeras hojas del otoño dejando huella por sus calles, abrieron las puertas a una gran cantidad de visitantes que quisieron pasearse y adquirir algunos de los variados productos que se ofrecían en los puestos habilitados en el corazón del pueblo.

Engalanado para la ocasión, con figuras de madera que recordaban acciones de otras épocas, el municipio acogió un total de 30 espacios para exponer la artesanía más variada en cuanto a gastronomía se refiere. Llegados desde diferentes puntos, sobre todo del norte peninsular, los comerciantes ofrecieron desde quesos hasta cerveza artesana pasando por zumos, tartas, mermeladas, productos de la huerta o manzanas. 

Sobre todo manzana, porque Cantabrana en un día así cambia su atmósfera de oxígeno por una maravillosa cápsula de fragancias con base en la manzana que vuelan por el aire despertando el apetito de los asistentes. A veces también se cuelan otros olores, pero el principal, el de verdad, el que viene directo de la prolífera tierra de la Bureba es el de esta reineta inconfundible con su sabor de primera.

Este año la recogida no ha sido como se esperaba (...).

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