El Burgos Club de Fútbol acumula trece puntos después de diez jornadas, lo que le sitúa en el puesto decimotercero de la clasificación a seis de la zona del play off y con cuatro de ventaja con respecto a la primera plaza de descenso. El arranque de campaña se puede considerar adecuado, aunque cuenta con una peculiaridad, que el equipo ha conseguido todos los puntos que tiene en casa, donde está rindiendo a un gran nivel, mientras que aún no ha sumado fuera.

Esta situación provoca que en el entorno hayan surgido las dudas con respecto al combinado local, aunque en el club se muestran «muy tranquilos» con lo que está sucediendo. Lo asemejan a lo ocurrido la pasada temporada, más a largo plazo, con una primera vuelta «excelente» y una segunda «con muy malos resultados». «Al final todo se equilibró, que es lo que suele pasar en estos casos. También al principio logramos el récord de imbatibilidad, pero nos costaba mucho hacer goles. Estos guarismos se fueron igualando con el paso de los partidos», señala Miguel Pérez Michu, director deportivo del Burgos.

Mensaje de tranquilidad

El asturiano pide calma y recuerda que el inicio está siendo «bueno», ya que el equipo tiene «más de un partido de ventaja con respecto al descenso».«La plantilla tiene potencial de sobra para conseguir el objetivo, aunque nos gustaría brindar una victoria fuera de casa a los aficionados», comenta.

El máximo responsable deportivo recuerda que el Burgos regresa esta semana «al refugio de El Plantío» donde tiene claro que «siempre va a ser más fuerte porque cuenta con 9.000 almas apoyándole».
Asegura que en estos momentos el vestuario solo tiene en mente el choque del domingo contra el Villarreal B -14,00 horas-, en el que una victoria supondría un paso adelante. «Ponernos con dieciséis puntos sería darle también un bocado importante al objetivo de la permanencia», apunta.

Michu no quiere mirar más allá de este siguiente partido, aunque en su mente también se encuentra el duelo ante el Racing en Santander -el próximo fuera de casa-, donde sabe que se desplazarán un gran número de aficionados. Confía en que El Sardinero se convierta en ese punto de inflexión que busca el combinado castellano. «Ojalá hablemos dentro de una semana de que hemos brindado la victoria a todos esos aficionados que irán a Santander, que es un desplazamiento en el que siempre nos apoya mucha gente. Es un lugar idóneo para lograr los primeros puntos fuera de casa», expone.

No es una obsesión

Uno de los peligros en estos casos es que la situación afecte mentalmente a los futbolistas, aunque Michu desmiente que eso esté ocurriendo. «No creo que se haya convertido en una obsesión», afirma  el director deportivo, que añade: «El vestuario está fuerte y es consciente de que fuera de casa cuesta más a todos los equipos, aunque también sabe que no es normal llevar cinco derrotas seguidas y no haber sumado, sobre todo por lo que el equipo propone fuera de casa», responde.

Lo que tiene claro es que esta semana los jugadores «no van a hablar sobre esto», ya que insiste en que lo importante ahora mismo es el partido contra el Villarreal B y que tendrán tiempo de centrarse en el siguiente compromiso a domicilio (...).

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