Hoy cumple 18 años la princesa de Asturias. En unos tiempos atribulados, en los que tantas incógnitas planean sobre nuestra nación, el juramento de la Constitución que hoy realizará la heredera al trono ante las Cortes Generales y las altas magistraturas del Reino es como una inyección de optimismo y de esperanza ante el futuro. Les confieso que soy monárquico sentimental y que cuando algunos cultos amigos y colegas de filiación republicana me piden que les justifique la razón por la que me defino así no me remito a complicadas explicaciones jurídicas sino que acudo a recordar el buen resultado que nos ha dado el régimen democrático constitucional con la Corona como garante de continuidad y como mediadora en tantos y tantos campos. Casi cincuenta años de estabilidad institucional así lo avalan. A pesar de algunos errores cometidos por el anterior jefe del Estado creo que, sin duda, la historia al hacer un sosegado balance de su reinado le tratará mejor que la percepción con la que nos hemos quedado de él en los últimos tiempos.

Hoy la Corona sigue fiel a su alta misión, siendo en todos sus aspectos ejemplar el reinado de don Felipe. He de confesarles que me ha producido una enorme satisfacción ver a la princesa de Asturias en el comienzo de su formación militar y en algunos de los actos oficiales que ha presidido, lo que ha reavivado mis esperanzas en el futuro. Decía Isabel Burdiel en un reciente y magnífico artículo sobre el significado y valor de la Monarquía Constitucional que la heredera no contará con el amplio apoyo del que gozaron su padre y su abuelo en el inicio de sus reinados, por lo que necesariamente se tendrá que ganar a pulso ese consenso favorable que de manera general se ha tenido hasta hace poco en torno a la figura regia. La Monarquía podrá seguir existiendo siempre y cuando sea útil y ejemplar, aspectos estos de los que ha hecho gala esta institución en los últimos años y a los que estoy seguro que seguirá contribuyendo en el futuro doña Leonor. Tras el solemne acto de hoy se abren las ventanas a un porvenir en el que espero que bajo su reinado la siguiente generación de españoles pueda seguir conviviendo otras tantas décadas en unidad, paz y progreso. Muchos hacemos voto por ello.