Primero fue su tío y después su padre. Ahora, ambos serán juzgados en la Audiencia Provincial de Burgos por haber agredido y abusado sexualmente de la misma menor de 16 años. Es decir, de su sobrina y de su propia hija.
La Fiscalía Provincial de Burgos solicita 15 años de cárcel para el tío de la menor por un delito de agresión sexual y libertad vigilada durante una década. Mientras, el Ministerio Público pide seis años de prisión para el varón que había reconocido a esta joven legalmente como su hija por un delito continuado de abuso sexual. A ello se añaden otros siete de libertad vigilada. Y, en ambos casos, una indemnización de 6.000 euros por el daño moral causado.
Los hechos se remontan a enero de 2018. Según se detalla en el escrito de calificación, el tío de la menor, «con ánimo de satisfacer sus instintos libidinosos», se presentó en su casa a eso de las cuatro de la madrugada. Sus sobrinos estaban solos en casa. Llamó al portero con la excusa de que tenía que ir al baño y el mayor le abrió la puerta del portal y de la vivienda. Acto seguido, se dirigió a la habitación en la que dormía su sobrina menor de edad, junto con su hermana. Llamó a su puerta y la hermana de la víctima, «adormilada», le abrió creyendo que eran sus padres. En ese momento, el procesado se desnudó y se metió en la cama de la menor, «la tapó la boca con la mano y se colocó encima de ella para que no pudiera moverse, penetrándola vaginalmente», como se recoge en el escrito de la Fiscalía Provincial. La víctima consiguió gritar, despertando a su hermana, que mantuvo una discusión con el procesado y le echó de casa.
Este varón, nacido en Honduras y que será juzgado este mes en la Audiencia Provincial, estuvo en prisión provisional por estos hechos desde el 3 hasta el 24 de agosto de 2021, fecha en la que se acordó su libertad provisional tras depositar una fianza de 5.000 euros y la prohibición de acercarse a la menor.
Varios abusos. Después, en mayo de 2020, fue el hombre que la había reconocido legalmente como su hija el que, «aprovechando la situación de parentesco y convivencias, se acercó a la menor y le dio besos, le tocó los pechos y la zona vaginal, sin que la misma se opusiera», tal como se recoge en el escrito de la Fiscalía. En este caso, se habla de un plan preconcebido y de unos hechos que tuvieron lugar en al menos cuatro ocasiones.
En septiembre de 2021, el Juzgado de Instrucción número 2 de Aranda le prohibió acercarse a la menor a menos de un kilómetro.