La histórica fábrica de Azucarera, situada en Miranda junto a la Nacional-I, encara su futuro con «optimismo». Así lo explica el responsable agrícola de la empresa, Pablo Gómez, quien calcula que durante el presente ejercicio se ha ampliado «en torno a un 30%» la superficie cultivada con la remolacha que suministrará a esta industria de la ciudad del Ebro. Según comenta, a lo largo del curso pasado ya hubo un notable incremento del terreno total, porque pasaron de las 2.000 hectáreas de 2021 a las 2.400 en 2022. Sin embargo, de cara a la temporada actual el aumento ha sido aún mayor y han alcanzado «las 3.200 hectáreas aproximadamente».
Eso sí, Gómez añade que, «desde la autoexigencia», cree que «se ha subido un poco menos de lo que se quería», dado que esperaban alcanzar las 3.500 hectáreas. El responsable agrícola de Azucarera reconoce que «es un buen dato, que podía haber sido un pelín mejor, pero el tema de la sequía en la cuenca del Ebro en abril hizo que en varias zonas la gente se pensara la decisión de siembra». Pese a ello, recalca que «no está mal porque se venía de una tendencia bajista en años anteriores, acompañada por el mercado del azúcar, con contratos menos atractivos».
Esas sensaciones ya han cambiado y en la actualidad el azúcar tiene un valor elevado, que no será cosa de un solo curso. Al contrario, se mantendrá en el tiempo. Gómez cuenta que, aunque aún no han avanzado «la siguiente estrategia u oferta de contratación», ya puede anticipar que «va a tener precios similares a los de ahora». Por eso relata que de cara a marzo de 2024, cuando vuelvan a cultivarse las tierras con remolacha, pretenden «darle otro empujón» y avanza que «el objetivo es superar las 4.000 hectáreas».
Desde su punto de vista, se trata de un hito «ambicioso», puesto que aun siendo un aumento «un poco menor porcentualmente que este año, sigue suponiendo un crecimiento importante». Con todo ello, sentencia el responsable agrícola de la compañía que «ahora la tendencia es alcista, el precio del azúcar está en máximos» y, en definitiva, «vienen años buenos para la remolacha».
En cualquier caso, lo que tienen ya definido de forma totalmente firme es la campaña del presente curso. Gómez explica que la recepción de la remolacha comenzará «casi con total seguridad» el martes 24 de este mes, cuando llegarán los envíos por carretera desde varios puntos y el tren inaugural desde Huesca hasta la Terminal de Contenedores Miranda (TCM). Precisamente, en lo relativo a su nueva apuesta por el ferrocarril, el responsable agrícola de Azucarera comenta que, después de que el primer convoy salga desde Aragón el día 23 para estar a la mañana siguiente a Miranda, mantendrán el ritmo de un viaje diario «durante toda la campaña».
Los trenes empleados en cada jornada, de lunes a viernes, contarán con unos 22 contenedores cada uno, lo cual permitirá que, según adelanta Gómez, se pueda cubrir en torno al 75% del producto cultivado en Huesca. El resto de la raíz extraída en la región aragonesa se transportará por carretera, algo que dará «más flexibilidad» a la compañía.
Por su parte, los trabajos dentro de la planta mirandesa durarán en torno a dos meses, puesto que, según los cálculos que maneja Gómez, a finales de diciembre se completará la molturación. El responsable del área agrícola añade que, «en cuanto a los ritmos de molienda y recepción, se han marcado unas 6.000 toneladas diarias, y la molturación aproximada cada día estará en 4.500 o 4.800».