La Concejalía de Medio Ambiente y Sanidad del Ayuntamiento de Burgos ha promovido esta semana una reunión en la que han participado responsables de la Policía Local, el Seprona (Guardia Civil) y la Junta de Castilla y León para tratar de coordinar el trabajo tras la reciente entrada en vigor de la nueva Ley de Bienestar Animal. Un encuentro en el que se abordaron diferentes cuestiones de carácter técnico (en relación, por ejemplo, a la tramitación de los expedientes), y que servirán también al Consistorio capitalino para ayudarle a depurar la revisión de la ordenanza municipal que regula el ámbito de protección de los animales domésticos y que se quiere tener aprobada antes de que termine el año.

El concejal de Sanidad y Medio Ambiente, Carlos Niño, afirmó que el Ayuntamiento, como no puede ser de otra manera, «cumplirá la Ley», pero también avanzó que, en la medida de lo posible, se tratarán de evitar las sanciones a los ciudadanos. El edil popular se refirió a algunas infracciones de carácter leve que pueden ser desconocidas por los contribuyentes y sobre las que quizá, especialmente en estos primeros meses, la labor policial se pueda centrar en informar o apercibir.

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