Diario de Burgos

«Siempre que sople una vela más, Burgos estará en mi corazón»

DB / Burgos
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ENTREVISTA | 2023 está siendo un año muy especial para Manuel Díaz 'El Cordobés': cumple 30 años como matador de toros y será su última temporada en activo. «Es cerrar un ciclo y una etapa que me ha hecho muy feliz y que me ha dado todo», confiesa

Manuel Díaz 'El Cordobés', en la pasada feria de San Pedro. - Foto: Jesús J. Matías

Manuel Díaz 'El Cordobés' anunciaba su retirada de los ruedos en noviembre del pasado año, siendo esta su última temporada como matador de toros. Un torero muy ligado a la afición burgalesa. Una relación llena de cariño y cordialidad que ha marcado varios hitos con la ciudad a lo largo de su carrera. Son varias las anécdotas que han unido al diestro madrileño con Burgos, y así las ha querido recordar de cara a su cercano compromiso el día 29 de junio.

¿Cuál es el recuerdo más lejano que tiene de nuestra ciudad?
Vine a una novillada, era la primera vez que yo toreaba en una feria de renombre, que era la de Burgos. Recuerdo además que los taurinos me decían: «Burgos es la Puerta del Norte» por eso vine con mucha responsabilidad. No tengo recuerdos muy claros de aquel día, pero sí sensaciones. La gente me acogió de una manera muy especial, me hicieron sentirme importante. Burgos me dio la esperanza de poder ser matador de toros. Entré en el corazón de la gente. 

¿Y el más cercano?
Entre ellos ser elegido como pregonero de la gala taurina de este año y también lanzar la bota el pasado año. Pude sentir la simbiosis de cariño que nos tenemos.

¿Qué ocurrió para que a día de hoy exista tanta conexión entre la afición burgalesa y 'El Cordobés'?
Recuerdo que el día de mi debut salí por la Puerta Grande, aunque no considero que fuese uno de mis mayores éxitos. Salí a hombros pero no fue una de las tardes más artísticas de mi vida. Pero se me ocurrió quedarme en la feria y ahí me gané el corazón de la gente. Vine el día del burgalés ausente, me fui con el director del hotel Puerta de Burgos y me lo pasé como un peñista más. Cuando digo que me siento burgalés de adopción es por esa conexión tan profunda que tuvimos desde el primer día. 

El día 29 de junio nos vemos en el Coliseum de Burgos, el que será el último cumpleaños que le canten como torero en activo, una de las plazas en la que más veces ha toreado de su carrera.
Este año digo adiós al toreo, termino una etapa, cierro un ciclo. Todo tiene un fin. Pero siempre que sople una vela más, Burgos estará en mi corazón. Este dónde esté, en cualquier parte del mundo. Me hace especial ilusión esta fecha, porque he formado un tiempo en la vida de la ciudad. El mejor regalo y la mayor riqueza que tengo es el cariño de la gente. Estoy convencido que esta va a ser una feria especial. 

En esta plaza hemos vivido su ausencia durante siete años debido a varias lesiones ¿Cómo se encuentra en este momento?
Ahora mismo recuperado al 100% gracias a los entrenamientos y la constancia. Pero también gracias a la ilusión. Me apetece disfrutar toreando y que el público disfrute conmigo. Y para ello no hay nada como estar y sentirse en forma. ¡Preparado para sobrepasar cualquier reto! 

El mejor regalo y  la mayor riqueza que tengo es el cariño de los aficionados»

En la gala de presentación de los carteles comentaba con mucha gracia que este año venía a Burgos con el reconocimiento de su padre por primera vez, ¿Cómo le afecta como torero?
Me afecta de manera muy positiva. El reencuentro con mi padre hace que mis ilusiones y mi alegría florezcan esta temporada. Me ha llenado tanto que voy a disfrutar, más si cabe, este adiós a los ruedos. 

Ha sido tal la conexión que las peñas le regalaron un caballo en uno de sus cumpleaños. 
Nunca he recibido un trofeo a una faena memorable, pero me regalaron un caballo. ¡Eso pocos lo pueden decir! (relata entre risas). Me entregaron el potro en la antigua plaza de toros. Le bauticé como 'Burgalés' y lo tuve hasta que murió en mi finca de Cerro Negro. He vivido junto a él momentos muy bonitos y siempre he recordado a mi querida afición y peñistas. 

¿Qué tiene la afición de la ciudad que tanto le atrae y cautiva?
El cariño y la amabilidad, sin duda. Es muy difícil sentirse como en casa y en Burgos he tenido esa sensación desde el primer día que pise esta tierra. Van a los toros a pasárselo bien y esa sensación la trasmiten a los toreros y hacen que nos sintamos a gusto. ¡Te arropa! Por eso todos queremos volver. 

¿Qué le depara el futuro?
Esto no es un adiós. No quiere decir que desvincule del toreo, ni mucho menos de Burgos. Seguiré yendo como aficionado. Mi futuro más inmediato es seguir disfrutando de este año con alegría y poder trasmitir a los aficionados mi mejor versión. Físicamente no soy el mismo que aquel niño que vieron por primera vez, he pasado por varias operaciones quirúrgicas y tengo dos prótesis en la cadera. Pero no es imposible y lo estoy demostrando mediante la preparación en los entrenamientos. Quiero terminar mi carrera toreando, una meta que me propuse cuando comencé esta nueva etapa.

¿Qué es para usted Burgos?
Burgos es mi familia. Así que espero a todos los aficionadods el día 29 en la plaza.