Rueda estos días por las redes, entre otras muchas cosas, un mensaje dirigido a aquellos que se están beneficiando de las ayudas del gobierno al transporte público, recordando que poder seguir disfrutando de medidas sociales como esta también se vota el domingo. En el debate generado por el asunto, un amigo ponía en duda la efectividad de manifestaciones de este tipo dada la visceralidad y los odios que remueve el debate político que impiden a muchos cualquier tipo de reflexión.
Tengo que darle la razón porque, a poco que uno reflexione con serenidad, no pueden pasar desapercibidos los beneficios económicos y sociales que ha tenido haber afrontado estos años difíciles con el actual gobierno. No quiero ni pensar en lo que hubiera sido para miles de españoles enfrentarnos a la pandemia sin un ERTE o afrontar la crisis económica, que afecta a toda Europa, derivada de la guerra sin un freno a las subidas del alquiler, de la energía eléctrica o del gas, por citar algunos ejemplos; que pongo mucho en duda que hubieran sido posibles con otros partidos en el gobierno, simplemente a juzgar por lo que oigo de sus bocas y leo en sus programas. Hay que escuchar, leer y analizar y no solo quedarse en la superficie de un tipo de mensajes, eslóganes vacíos, y mentiras que sí parecen calar en la población, pero que no se sostienen a poco que uno pretenda profundizar. Por muchas vueltas que le doy, sigo sin comprender qué es exactamente eso del sanchismo.
En cualquier caso, el argumento definitivo son los hechos consumados. Un buen ejemplo lo tenemos en la Junta de Castilla y León gobernada por el tándem PP -Vox. ¿Qué medidas han puesto en marcha para, como prometían, mejorar la atención sanitaria en general y en el medio rural en particular? ¿Qué han hecho para evitar el retraso en el pago de las ayudas al alquiler, con fondos del gobierno central, que debían resolver este mes, y que aún esperarán otros cuatro meses miles de familias con bajos recursos de nuestra Comunidad? ¿Cómo han respondido a los intentos de Vox de imponer su ideología en temas como el aborto o la violencia de género?
Pero, por lo que parece, estamos en un punto en que lo único que les importa a muchos es fastidiar al contrario. «Qué se jodan estos, aunque me joda yo también». Así nos irá...