Diario de Burgos

La demanda de mano de obra dispara los permisos de trabajo

L.M. / Burgos
-

Las autorizaciones a extranjeros registran su cifra más alta en Burgos desde 2012 por la fuerte demanda de las empresas y la modificación legal de 2022. El apoyo a los ucranianos también está influyendo

Mbaye Babacar Niang es un senegalés residente en Burgos que obtuvo el permiso para buscar empleo en solo 28 días. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

La reforma del reglamento de extranjería de 2022 ha supuesto un verdadero balón de oxígeno para el mercado laboral burgalés. La acuciante falta de trabajadores que sufre la provincia -y por ende todo el territorio nacional- desde hace años avaló la entrada en vigor de una serie de cambios legales que facilitan la incorporación de mano de obra foránea. La modificación, auspiciada por el exministro de Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, comprende una rebaja sustancial de los requisitos vinculados a la concesión de las autorizaciones de trabajo a ciudadanos extranjeros.

De este modo, los permisos aprobados a personas en situación irregular pero que desean obtener un puesto de trabajo se han duplicado en apenas dos ejercicios. Los 554 que se concedieron en 2021, el curso previo a la disposición, se elevaron el año pasado a los 1.159. El 2023 se ha colocado como el curso con mayor demanda en Burgos desde 2011, cuando se cosecharon hasta 1.387. Hay que remontarse mucho más en el tiempo para localizar el momento de mayor incorporación de ciudadanos extranjeros al mercado laboral provincial. En 2005, en plena bonanza económica y con el sector de la construcción en máximos, el número de autorizaciones laborales llegó a las 5.260. En el conjunto del territorio nacional, la subida interanual entre 2022 y 2023 alcanza el 15,6% hasta las 29.659.

La normativa que lleva en vigor casi dos años, además de suprimir los estrictos pasos que los inmigrantes debían de dar para lograr un permiso, ha acortado los plazos y flexibilizado las condiciones de contratación en ciertos supuestos. Estos cambios están permitiendo al mercado laboral de Burgos nutrirse de multitud de puestos que, hasta la fecha, eran descartados en su práctica totalidad por los españoles: ocupaciones agrícolas, ganaderas, de limpieza o de cuidado de personas mayores o impedidas son algunos ejemplos que, desde hace un tiempo, desempeñan sobre todo extranjeros.

 Una de las principales modificaciones afecta a las relaciones laborales del colectivo de personas sin papeles: el Gobierno acordó ampliar el Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura, un documento estatal que recoge aquellas profesiones cuyas ofertas de trabajo son más complejas de gestionar a la hora de cubrir puestos. Del mismo modo, se han reducido de forma muy significativa los plazos en los servicios públicos de empleo para realizar las contrataciones en el país de origen, mientras que se ha ampliado la posibilidades de trabajo bajo el régimen de estudiantes. En este sentido, las distintas figuras de arraigo tienden ahora a favorecer la empleabilidad de los ciudadanos extranjeros.

Del mismo modo, se han reducido de forma muy significativa los plazos en los servicios públicos de empleo para realizar las contrataciones en el país de origen, mientras que se ha ampliado la posibilidades de trabajo bajo el régimen de estudiantes. En este sentido, las distintas figuras de arraigo tienden ahora a favorecer la empleabilidad de los ciudadanos extranjeros.

(Más información, en la edición impresa de Diario de Burgos de este miércoles o aquí)