La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, protagonizaba hoy uno de los principales actos de campaña del PP en la provincia, a la espera de que Alberto Núñez Feijóo recale en la capital burgalesa este jueves. La lideresa popular acudía en Aranda de Duero a una comida-mitin con más de 300 afiliados y cargos públicos de la comarca de la Ribera del Duero, y del resto de la provincia, para apoyar a los candidatos burgaleses al Congreso y Senado, Ángel Ibáñez y Javier Lacalle respectivamente.
Antes del acto de partido, Díaz Ayuso realizó un recorrido por las calles de la capital ribereña, sin perderse una visita a una bodega subterránea, donde le ofrecieron beber vino a porrón, algo que ella rechazó amablemente alegando estar tomando una medicación incompatible. También pasó por la plaza del Trigo, donde departió unos minutos con Javier Ajenjo, director del festival Sonorama Ribera, o la fachada de Santa María. También tuvo la oportunidad de saludar a empresarios hosteleros y brindar con el presidente del Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero, Enrique Pascual, y el de la Ruta del Vino Ribera del Duero, Miguel Ángel Gayubo.
Todo sonrisa y buena disposición, la presidenta madrileña saludó a todo el mundo y no tuvo reparos en posar para el sinfín de fotografías que le solicitaron en su recorrido por las calles arandinas. Entre los muchos ciudadanos que se le acercaron, a la puerta de la bodega de la peña El Alboroto tuvo unos minutos para hablar con representantes de la Plataforma por el tren Directo, a los que escuchó con atención pero sin verbalizar respuesta alguna a la petición de apoyo para la reapertura de la línea férrea. Fue Ángel Ibáñez quien, muy rápido, tomó el testigo para asegurar que "lucharemos por ello".
Una promesa que el cabeza de lista del PP al Congreso por Burgos repitió en su intervención ante sus afiliados, ya en el Hotel Montermoso, minutos antes de dar paso al discurso de la invitada de honor. Arropada por el himno del partido a todo volumen y los enfervorecidos aplausos de los asistentes, Díaz Ayuso aprovechó sus 30 minutos de discurso para calentar la campaña electoral y llamar a los suyos a la movilización. Díaz Ayuso criticó que "Sánchez no tiene hoja de ruta y lo único que quiere es seguir en el poder y dar lecciones a otros", asegurando que la herencia que deja "el sanchismo" es que ha "abandonado a todo el mundo" y no tiene "ninguna credibilidad".
La presidenta madrileña instó a los suyos a demostrar sus "ganas de ganar" y pidió la máxima movilización. "El 23-J haremos historia", animó a su auditorio para el resto de lo que queda de campaña electoral.