Diario de Burgos

Este mar va por ti, maestro

P.C.P. / Burgos
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Una treintena de niños de la Cañada Real de Madrid y La Cartuja de Granada ha hecho realidad esta mañana el sueño de Antoni Benaiges, el profesor de Bañuelos de Bureba fusilado al inicio de la Guerra Civil. Misión cumplida, 88 años después

Una treintena de niños procedentes de la Cañada Real de Madrid y La Cartuja de Granada ha hecho realidad esta mañana el sueño de Antoni Benaiges, el profesor de Bañuelos de Bureba fusilado al inicio de la Guerra Civil sin que pudiera llevar a sus alumnos a ver el mar. Hoy, se han dado un emocionante baño en la playa de Mont-roig del Camp, cargado de simbolismo para los promotores de la iniciativa, la asociación Escuela Benaiges.

El proyecto Misión Antoni Benaiges comenzó este martes con una visita al parque arqueológico de Atapuerca y les ha llevado también a conocer el pueblo y la escuela del docente catalán antes de llegar al mar. Aunque unos ya habían descubierto la inmensidad del océano, nunca habían podido disfrutar de unas vacaciones tan largas ni de la playa y otras actividades.

A su llegada a la playa y tras atender a numerosos medios de comunicación, no han tardado mucho en despojarse de las camisetas en las que se leía la fase 'Soñad, niños, soñad', el lema del maestro republicano, y zambullirse en el Mediterráneo.

Más fotos:

Los menores de la Misión Antonio Benaiges, en la playa de Mont-roig del Camp.
Los menores de la Misión Antonio Benaiges, en la playa de Mont-roig del Camp. - Foto: @ajmontroig
Con el lema del docente catalán en las camisetas: '¡Soñad, niños, soñad!'.
Con el lema del docente catalán en las camisetas: '¡Soñad, niños, soñad!'.
Este mar va por ti, maestro Benaiges
Este mar va por ti, maestro Benaiges

Ya por la tarde, para completar este día inolvidable, la expedición ha conocido a la familia de Benaiges, que les ha dispensado un "recibimiento espectacular", en palabras de Javier González, miembro de la Asociación Escuela Benaiges. Solo ha tenido "un lunar", por el fallecimiento el viernes del escritor, médico y escultor José Antonio Abella, autor de Aquel mar que nunca vimos. Médico entre 1979 y 1983 en la misma localidad burgalesa en la que impartió clases el singular maestro, se dedicó a indagar con rigor histórico y con gran sensibilidad en su historia, esa que hoy ha cerrado otro capítulo.