La hostelería en Miranda suma negocios. En las últimas semanas han abierto un puñado de locales. De hecho, el pasado viernes inauguraron dos nuevos negocios que refuerzan la oferta de la ciudad. Pero además de ampliar en número, el aumento de actividad también trae una consecuencia para el mercado laboral que rodea al sector, en el que se reconoce que se necesitan manos. El presidente de la asociación Altamira, Pepe Rey, lamenta que "camareros siempre van a faltar", aunque puntualiza que tras el impacto de la pandemia muchos de los trabajadores que se alejaron de la barra ya han vuelto, lo que en parte ha mitigado la escasez. Más allá de los problemas de personal, el representante de la hostelería aplaude las incorporaciones, aunque también lanza un mensaje claro: "La ciudad da para lo que da".

La dificultad para sobrevivir se tiene clara en los negocios que acaban de echar a andar. En el Queen, su responsable Olaf Miguel puso la primera cerveza el pasado viernes, con la ilusión de dar vida a este céntrico local para el que ha contratado a dos camareras. "La última la cerré el miércoles, a tres días de la apertura", ejemplifica el responsable, como una muestra de lo laborioso de sumar personal "que tenga algo de experiencia", reconoce. La necesidad de encontrar gente con conocimientos se agudiza en locales que arrancan, como explica Ricardo Cubillas, quien inauguró La Fábrica el viernes. Su plantilla la forman cuatro personas, aunque asevera que no podía partir con todas sin experiencia, "porque igual puedes enseñar a una, pero no a todos de golpe", por lo que reconoce que el proceso de selección "ha sido bastante complicado".

Hace dos semanas abrieron La Cabra, donde Israel Sánchez y Clara Peral completan una plantilla de otras cinco personas. "Yo que llevo años y años trabajando en bares, veo que los que saben están colocados", afirma Sánchez, quien apunta que "hay un problema en la hostelería que puede venir por los dos lados, por los abusos que ha habido y porque ahora hay una generación que no se sabe si quiere trabajar". Rey también menciona la necesidad de cumplir con la legislación laboral, y aunque defiende que ahora las prácticas que pudo haber en el pasado solo representan a una minoría, "esas malas conductas al final lo paga todo el sector", critica.

Ola Miguel inauguró el Queen el pasado viernes. - Foto: Ó.C.

Queen | Olaf Miguel

"Es mi primera aventura tras la barra"

El Queen ha vuelto a abrir sus puertas tras años con la persiana echada. Olaf Miguel se encargará de hacerlo, "en la que será mi primera aventura tras la barra", aunque algo del sector conoce "porque vengo de familia de hosteleros". Por eso decidió arriesgar y el primer día llegó el viernes, después de una semana en la que reconocía los nervios por la inauguración. "Llevaba un tiempo hablándolo", reconoce el emprendedor, sobre su deseo de montar su propio local. Al final, encontró una opción que encajaba en lo que él buscaba, ya que quería un establecimiento céntrico para dar desayunos entre semana y montar una barra de pinchos para el sábado y el domingo.

"Esta es mi idea inicial, aunque luego dentro de un mes igual tengo que cambiar algo para adaptarme a la clientela", reconoce Miguel, quien se ha encargado de cuidar cada detalle para que la apuesta salga adelante. Para ello, peleará con la intención de sumar oferta al sector en la ciudad.

Clara Peral e Israel Sánchez ensalzan la respuesta de la gente estas semanas a la apertura de La Cabra. - Foto: Ó.C.

La Fábrica | Ricardo Cubillas

"Trataremos de hacer un poco más de barrio"

ARicardo Cubillas la mayoría le conoce como Ricky y La Fábrica no es el primer bar que monta. En esta nueva aventura, indica que "tenía claro que quería un local con terraza" y por eso escogió una plaza próxima al IES Montes Obarenes donde podrá montar veinte mesas "en una zona con mucha gente joven". Así, dará vida a un local que lleva meses cerrado "y ahora intentaremos atraer a la gente haciendo las cosas bien", reconoce el emprendedor, quien asume que tendrá que competir con la atracción del centro, por lo que admite que uno de los retos pasa por "hacer un poco más de barrio y que la gente se quede por aquí".

Tras meses de reforma, abrió sus puertas el pasado viernes y por ahora "no cerraremos ningún día, y tampoco a mediodía, para intentar trabajar lo máximo posible el verano", puntualiza Cubillas, quien admite que "la gente irá a la piscina, pero luego esperemos que venga e intentaremos alargarlo lo máximo posible".

La Cabra | Israel Sánchez y Clara Peral

"Era cambiarlo o fracasar seguro"

En pleno centro abrió hace dos semanas La Cabra. "La acogida ha sido exagerada", afirma Israel Sánchez, quien junto a Clara Peral han dado un aire totalmente renovado a un local clásico: el España. "Estaba igual que lo dejaron los dueños y nos dijeron que habíamos cogido el bar más potrogiñoso de Miranda", bromean ambos, al tiempo que admiten que "lo cogimos para disfrazarlo y lo hemos despelotado, porque era cambiarlo o fracasar seguro".

Aun así, Peral reconoce que "este local nos gustó por la ubicación y por lo que suponía qué hacer con él, aunque tuviera mucha reforma". En la obra se han remangado para asumir muchos trabajos y viendo el resultado no se arrepienten de la elección, pese a que también revelan que antes de dar el paso escudriñaron "todos los bares de la ciudad", confiesa Sánchez, quien apunta que incluso estuvieron cerca de firmar otro. En cualquier caso, jugando con el nombre, sostienen que "la idea era crear una cuadra de cabras y la tenemos bonita".