Diario de Burgos

La avenida Castilla prolonga su declive en Aranda

L.N. / Aranda
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Pese a ser una de las principales arterias, en el sector inmobiliario constatan que la demora de varios meses en los trabajos de remodelación y el auge imparable de la venta online la han castigado. Hay 19 locales comerciales vacíos

Daniel y David posan a la entrada de su comercio, que abrieron en diciembre, en plena remodelación de la avenida Castilla. - Foto: L.N.

No corren buenos tiempos para el comercio de barrio. La avenida Castilla, una de las principales arterias de Aranda de Duero, sufre como tantas otras un goteo incesante de cierre de negocios que o bien bajaron la persiana por la crisis que provocó la pandemia de coronavirus o se han visto afectados de lleno por el auge de la venta online. A ellos se añaden casos de jubilaciones sin relevo generacional y también la 'asfixia' causada por el retraso en la reciente remodelación que se ha llevado a cabo.Sea como fuere, esta avenida arandina suma ya 19 locales comerciales vacíos y apenas un par de aperturas en los últimos meses. Los carteles de se alquila, se vende o se traspasa se suceden en ambas aceras. 

Las perspectivas tampoco resultan demasiado optimistas dado que próximamente, si nadie lo remedia, se producirán otras dos clausuras, únicamente en el tramo que va desde el Puente Mayor hasta el colegio Dominicas. Fuentes del sector inmobiliario achacan este panorama a diversos factores. Marian González, gerente de Inmobiliaria Marian, asegura que «la avenida Castilla estaba un poco parada antes de las obras» y con la remodelación integral que se ha prolongado durante bastante más tiempo del previsto inicialmente «la ha rematado». González recuerda que ha sido una obra «larga». Empezó en febrero del año pasado y no se ha recepcionado hasta hace apenas unas semanas. Pese a que el plazo de ejecución estaba marcado en 10 meses, los imprevistos que surgieron al poco tiempo de empezar las obras -con la aparición de tuberías de fibrocemento- obligaron a realizar varios cambios, lo que se tradujo en un aumento del plazo para la adjudicataria. Asimismo, cabe recordar que la reapertura de la avenida Castilla al tráfico no llegó hasta abril. «Esto la ha castigado bastante, al estar tanto tiempo en obras los negocios han sufrido mucho», añade González, mientras subraya que se trata de una zona «bastante muerta, que los clientes no demandan pese a su céntrica ubicación». 

No obstante, la responsable de esta inmobiliaria precisa que el declive que arrastra esta avenida «viene de antes de las obras» y apunta, por ejemplo, que era una zona con precios similares al centro. Esta situación contrasta con el dinamismo que viven la cercana calle Burgo de Osma y la glorieta Rosales, «con bastante demanda». 

Una opinión que también comparte Javier Guijarro, gerente de Alfa Aranda Inmobiliaria, quien subraya que el mercado de los sábados «ha revitalizado mucho» la parte de la glorieta Rosales. A ello se suman varios comercios y servicios como Correos, la notaría y gestorías. En este sentido, Guijarro sostiene que esta tendencia se produce a nivel nacional. «El comercio electrónico ha desbancado al de barrio. Los locales comerciales pasarán a ser locales de servicios. Ahora los que se llenan lo hacen con negocios de estética, peluquería, dentistas... es decir, algo que no puedas hacer por internet», dice. 

En cualquier caso, Guijarro confía en que la avenida Castilla supere el bache y remonte:«Al haber hecho las aceras más anchas, todos vamos más cómodos». 

«Más parado». Más allá de esta avenida en concreto, Marian González precisa que, en general, el alquiler de locales se nota «más parado» en toda la ciudad. «Antes no se había cerrado y se volvía a arrendar. Ahora, pueden pasar muchos meses hasta que un local abre de nuevo. Está costando», lamenta.