El Mirandés no ha podido conseguir un resultado positivo en Lezama en su enfrentamiento con el Amorebieta. Los rojillos encajaron dos goles en el inicio de partido -en los minutos 7 y 8- en los que Edwards estuvo más listo que la defensa visitante. A partir de ese momento el conjunto vizcaíno dio una lección de como administrar el resultado, de cómo nadar y guardar la ropa y los de Alessio Lisci no fueron capaces de inquietarles.
Los minutos fueron pasando sin que la escuadra mirandesista dieran la sensación de que podía poner en aprietos a su oponente. Tras el paso por los vestuarios el Mirandés quiso, pero siempre estuvo a gisgusto sobre el terreno de juego debido al trabajo de su oponente.