La idea de instalar una planta de biogás en Altable, que dejaría una inversión de 21 millones, está levantando ampollas. Y eso que la firma promotora ni siquiera ha solicitado las licencias. El rechazo es tan elevado que un grupo de vecinos de toda la mancomunidad de Desfiladero y Bureba ha organizado una concentración este domingo, 24 de septiembre, a las 13:30 horas en la plaza de Pancorbo. Según exponen en un manifiesto, la polémica iniciativa llevará «200.000 toneladas de residuos y lodos de depuradoras» al pequeño municipio de la comarca de Miranda, con los «graves problemas de salud» y «daños medioambientales irreversibles» que podría provocar. 

La iniciativa para crear biometano no solo cuenta con la oposición de innumerables vecinos, sino que en los ayuntamientos de la zona tampoco convence. Por ejemplo, el alcalde de Pancorbo, Javier Cadiñanos, apunta que «no es ético gestionar los lodos y residuos de las grandes ciudades en pueblos de la España vaciada». En esa línea, el primer edil de Cubo de Bureba, Roberto Cabezón, añade que «si tienen tantos polígonos vacíos en las ciudades» no puede entender  «por qué se llevan la planta a un lugar despoblado». Desde su punto de vista, «donde lleven las fábricas buenas, deben llevar las malas».

Cadiñanos cree que «si en comunidades y provincias limítrofes  han rechazado estas plantas es porque tienen más inconvenientes que ventajas» y «evidentemente aquí no se quieren».Para el regidor, «está claro que hay un rechazo social», al que se suma, y argumenta su postura explicando que «el modelo de desarrollo de esta comarca no pasa por este tipo de proyectos, sino por un sistema sostenible».

Eso sí, el alcalde del municipio que acogerá la manifestación promovida por habitantes de la zona  muestra prudencia. Según dice, «por respeto al Ayuntamiento de Altable todavía no se va a tomar una posición institucional», aunque «no se esté a favor» de la iniciativa. Desde la administración municipal de Valluércanes, uno de los pueblos más cercanos a Altable, transmiten una opinión muy similar a esta.Su alcalde, RaúlCaño, comenta que allí entienden que no les «favorece» el proyecto, pero «de momento se debe ver cómo avanza porque realmente no hay nada en firme y no se conoce ninguna consecuencia a ciencia cierta».

El dirigente delAyuntamiento de Pancorbo tampoco olvida esta cuestión, dado que «por ahora solo consta que se ha solicitado un informe jurídico sobre la compatibilidad de la planta con la normativa» y falta que los promotores envíen un verdadero plan de actuación. Por ese motivo, pese a que Cadiñanos insiste en que la planta de biogás no le parece apropiada, considera que «la manifestación puede ser un poco precipitada».

Por tanto, desde la esfera política algunos creen que la concentración llega demasiado pronto, pero a pie de calle la cita tiene bastante apoyo. Ayer mismo, salvo en Ameyugo donde no percibían que la planta vaya a generar molestias, el asunto era la 'comidilla' en las plazas. Según comentaban diferentes habitantes de la zona, la iniciativa les «parece fatal», ya que «eso no será ningún beneficio para los pueblos» y «además el olor va a llegar a las casas» al «gestionar los residuos de todas partes». Los vecinos exclamaban que «encima de que los pueblos se mueren, ¿qué quieren? ¿Terminar de rematarlos», a lo que otros añadían que si les «quitan el ambiente, el aire, todo lo sano, ¿qué nos queda?».