Diario de Burgos

Asistencia récord en Ebrovisión y mayor retorno para Miranda

Ó.C. / Miranda
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El impacto económico superará los dos millones gracias a los 22.000 asistentes previstos. El sábado, con Arde Bogotá como gran reclamo, se marcará un máximo. Habrá 220 efectivos de seguridad y concierto sorpresa en el escenario Diario de Burgos

El festival Ebrovisión eleva su techo a los 22.000 asistentes y superará por primera vez los 2 millones de euros de impacto económico para Miranda de Ebro. - Foto: Alberto Rodrigo

El Ebrovisión 2024 empezará a sonar mañana y concluirá el domingo, aunque lo trascendente es que este año promete romper varios registros. Los organizadores de la asociación Amigos de Rafael Izquierdo presentaron ayer una edición «especial», en la que elevan su techo de asistencia por encima de las 22.000 personas y amplían la repercusión económica que el festival deja en Miranda. Desde hace un par de años, fijaban ese impacto en los dos millones de euros, aunque su portavoz, Ramiro Molinero, afirmó que aunque fuera un pronto para acertar con la cantidad, a buen seguro sobrepasarán también ese registro por primera vez en los 24 años de vida de esta iniciativa aplaudida por la Junta de Castilla y León, una institución que estuvo presente en el acto con la viceconsejera de Acción Cultural Mar Sancho.

Molinero avanzó que quedan pocas entradas para el sábado, el día con mayor demanda y cuando batirán otro récord de público, porque en el recinto principal esperan meter a más de 5.000 personas «una cifra a la que nunca hemos llegado», reconoció, al tiempo que admitía la satisfacción «por sobrepasar esa barrera insalvable de los 20.000 en total». La fuerza de Arde Bogotá como cabeza de cartel para esa jornada señalada se siente para entender los números, en una edición en la que habrá 24 conciertos y en la que cuentan con incrementar el público de fuera de Miranda respecto a otras ediciones.

Se nota desde hace meses en los hoteles, aunque en la asociación también prevén «unas 350 personas entre el camping y el glamping». Como nota discordante, en la organización admiten las dudas sobre una alternativa «en la que realmente nos está costando», como son los autobuses lanzadera desde las ciudades cercanas. Por ahora, tienen un único vehículo confirmado desde Vitoria, una opción «que no termina de cuajar», expresó Molinero, quien bromeó con que «los pisos de los amigos de Miranda deben de estar a tope».

En esta edición, como ya sucedió el año pasado tras el cambio de formato, también tocará mirar al cielo, con ocho escenarios y todos al aire libre. La lluvia amenaza, aunque en el festival reconocen estar más preparados que en 2023, cuando «solo teníamos el recinto principal cubierto», explicó Molinero. Por eso, puntualizó que este año «desde el principio dijimos que tenían que estar cubiertos todos, para que si llueve la música no pare, aunque el público nos mojemos». Tan solo se ha dejado uno sin esa protección, el escenario Diario de Burgos en el Castillo, «porque resulta muy costoso montar una cubierta para solo un concierto», justificó el portavoz, quien indicó que por este motivo en caso de que no pueda realizarse sería el único que se trasladaría a la Fábrica de Tornillos, en la que esta edición no hay programación.

En el plano musical, destacaron precisamente la banda sorpresa elegida por los organizadores para el escenario Diario de Burgos el sábado a las 13.30 horas, ya que Molinero remarcó que «es un poco lo que desde dentro queremos ofrecer al público y expresar que esa es nuestra apuesta y nuestra línea a seguir». Más allá de este punto, valoró que «nos sentimos orgullosos de todos los grupos», aunque sí que se mojó y ensalzó un nombre: Miles Kane. El inglés se subirá al escenario principal del Polideportivo el viernes a las 23.40 horas y el representante admitió que «llevamos muchos años detrás de él y creo que va a hacer un concierto muy interesante y de mucha calidad».

Críticas de algún vecino. Esta edición dará más protagonismo al anfiteatro de las riberas del Ebro, en especial mañana jueves, cuando los conciertos acabarán pasada la una de la madrugada. Esto ha molestado a vecinos de la calle Cantabria, donde lidian con el ruido de fiestas, lo que les llevó a organizarse. Ignacio Gubia es uno de sus portavoces y ocupa el puesto de vicepresidente de la asociación de Afectados por el Ruido y ha presentado una queja en el Ayuntamiento. «Habrá más», avanza, ante una situación en la que lamenta sobre todo la autorización municipal «antes de un día laborables y lectivo», recordó.