Diario de Burgos
Roberto Peral

Habas Contadas

Roberto Peral


Zánganos de colmena

02/10/2023

Harto sin duda de que la comunidad autónoma se le esté llenando de gandules que no la hincan desde que nuestras valientes tropas entraron en Tetuán y prefieren agotar el catálogo de Netflix antes que buscarse un trabajo honrado, el consejero de Empleo de Castilla y León se ha encarado con todos esos desahogados que permanecen tumbados en el sofá a la espera de que les lleven a casita un subsidio con que financiar sus vicios y les ha exigido que se busquen una ocupación de una santa vez y dejen de parasitar las arcas públicas, que ya va siendo hora. El desplante del señor Veganzones ha suscitado reacciones muy diversas, desde el aplauso encendido de su partido, Vox, que parece considerar que si Solón de Atenas, Alexis de Tocqueville y Milton Friedman se hubieran convertido en una sola persona, no habrían hablado con más discernimiento; y el estupor del resto de los mortales, que no podemos evitar cierta sensación de bochorno ante el hecho de que el máximo responsable de poner en contacto la oferta y la demanda de trabajo en nuestra región despache uno de los problemas más complejos que nos acucian con una bravuconada de taberna.

Nadie puede negar a estas alturas el desajuste que sufre el mercado laboral en España, con miles de empleos vacantes y la tasa de desempleo más alta de la Unión Europea, pero quizá necesitemos unos gobernantes que, al menos, se muestren capaces de elaborar un diagnóstico algo menos superficial de la situación: si faltan camareros, y soldadores, y mozos de almacén, no es solo, ni principalmente, porque escaseen las ganas de trabajar, como se repite insistentemente desde ciertos sectores: alguna culpa tendrán los abusos fraudulentos en horarios y retribuciones, y la ineficacia de los servicios públicos en la intermediación laboral, y la despoblación que están experimentando comunidades como la nuestra; quizá la Administración habría de ocuparse de buscar solución a estas cuestiones antes de insultar a los ciudadanos que no tienen trabajo. 

O a lo peor estamos muy errados y va a ser cierto que son legión quienes prefieren la comodidad del hogar a los padecimientos de un empleo, que desde fuera somos todos muy listos: sin ir más lejos, Núñez Feijóo alardea de que podría ser presidente del Gobierno, pero ocurre que no le da la gana.