Diario de Burgos

El Real Madrid es alérgico a perder

Diego Izco (SPC)
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Firma la mejor racha de su historia (dos derrotas en 48 partidos) en un nuevo ejercicio de oficio y supervivencia. La brutal atmósfera de Dortmund achica al PSG

Vinícius se zafa de la presión de Konrad Laimer en el encuentro contra el Bayern. - Foto: Marcel Engelbrech (Europa Press)

La resignación es el sentimiento habitual en los banquillos rivales después de jugar en Europa ante el Real Madrid: tienes que salir a explicar ante los micrófonos algo que es muy difícil de exponer con palabras. Ni siquiera Thomas Tuchel, un enamorado del fútbol con tremenda capacidad de palabra, fue capaz de huir de esa situación: «Se lo hacen a todos los rivales… y nos lo han hecho hoy a nosotros». La pregunta inmediata era «¿El qué?», pero el periodista la rehuyó, consciente de que lo más probable a continuación era ver al técnico del Bayern encogiéndose de hombros: no valió una salida en tromba, no valió una presión casi perfecta, no valió el ritmo más infernal de la temporada. La primera vez que el Real Madrid tiró a puerta, como sucedió en Manchester, marcó. Y eso, para cualquier rival, es psicológicamente demoledor: ya están aquí otra vez los de blanco haciendo 'eso' que nadie hace como ellos. Sea lo que sea… 

Kroos

A la hora de planificar un partido y las marcas defensivas, lógicamente la tarea se va complicando conforme mayor sea la constelación de estrellas del contrario. Tuchel, además de enamorado y buen orador, es un 'loco' de la táctica… pero cometió un error: dejar libre al que piensa. Quizás porque era un exjugador del Bayern, quizás porque era paisano, quizás porque tenía 34 años, Toni Kroos no sintió vigilancias extremas y desplegó todo su arte. Fabrica el primer gol señalando a Vinícius el desmarque y por dónde iba a tirarle la pelota, precisamente porque ha encontrado esos dos o tres segundos con los que sueña todo aquel que va cumpliendo años pero aún mantiene un 'guante' en el pie. Cuando el genio alemán piensa, el Madrid vuela. 
dos de 'vini'. Ese primer tanto permitió a Vinícius igualar a Bellingham… y después superarlo: 32 participaciones de gol frente a las 31 del inglés este curso. Es el futbolista con mejor combinación goles/asistencias en la Champions desde la 21/22. Ha estado involucrado en 30 dianas frente a los 28 de Mbappé, los 25 de Lewandowski y los 23 de Haaland. Y de los 13 dobletes (o tripletes) que ha logrado con el Real Madrid, cinco son de esta temporada. 

En racha

A todo esto, la 'magia' blanca en Europa también se extiende a los números: solo ha ganado un partido (en fase eliminatoria), aquel 0-1 de Leipzig porque el árbitro anuló ese tanto por el que los alemanes siguen preguntando. Desde entonces, cuatro empates más la bendita tanda de penaltis del Etihad. El bloque merengue es el mayor especialista del continente porque nadie practica como él aquello de «cuando no puedes ganar, no pierdas». De hecho, es el mejor Real Madrid de la historia en los primeros 48 duelos de cualquier temporada: 36 victorias, 10 empates y solo dos derrotas (ambas ante el Atlético) frente a las tres que encajó a estas alturas en la 16/17, su mejor marca histórica hasta la fecha. 

Lo de Dortmund

La labor de una afición es inyectar ánimo en vena a los suyos y crear un ambiente que traslade al rival que «hoy, aquí, es imposible ganar». Es el mismo ruido para ambos, pero a uno lo lleva en volandas y al otro lo acongoja. ¿Cuánto hubo de eso en la primera parte del Dortmund-PSG? Mucho. La atmósfera del Signal Iduna Park, con el 'muro amarillo' lleno dos horas antes del partido, es una de las más especiales del planeta. Los franceses espabilaron ya en la segunda parte, pero dos postes consecutivos en la misma jugada (uno Mbappé y otro Hakimi) les recordaron que el pasado miércoles, allí, era imposible ganar. Füllkrug,  exactamente lo que uno piensa cuando escucha «delantero 'tanque' alemán», hizo justicia a una de las mejores aficiones que hay en el fútbol.