Diario de Burgos

Una obra necesaria que también levanta recelos en Miranda

Ó.C. / Miranda
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La reforma de la calle Arenal empieza en su primer tramo con el deseo de los vecinos y comercios de una mejor imagen, aunque los negocios temen que afecte a la Navidad

Ayer se comenzó con un vallado para que no se aparcara y se acercó algo de maquinaria a la zona. - Foto: A.B.

La reforma de calles en el centro se han hecho habituales en los últimos años. Ayer arrancó, aunque a un menor ritmo de lo esperado, la obra del primer tramo de la calle Arenal, entre la de El Cid y Francisco Cantera. Los vecinos aplaudían el arranque y los comerciantes también, pero como en toda actuación de este tipo hay recelos, sobre todo pensando en Navidad. «Hacía mucha falta, pero no veo bien que lo hagan en invierno», criticaba Pilar al entrar en su portal.

Oliver también reside en este punto de Miranda y apunta que lo peor para él es que no podrá utilizar su garaje. «Nos han dicho que hasta el 20 de diciembre no podremos meter los coches», explica este vecino, al tiempo que admite que «tal y como están las cosas va a costar encontrar sitio». Pese a esta pega, reconoce que una mejora siempre es positiva, como también valora Paco, quien añade que estas inversiones «son cosas necesarias y hay que acostumbrarse». Su comunidad tuvo que hacer una inversión en las canalizaciones hace poco y ahora lo conectarán con una red renovada, en una zona donde los colectores están en mal estado. 

Así lo corrobora Marga Molinuevo en su negocio Famille. «Yo he sufrido lo del saneamiento en dos ocasiones en las que se me inundó», recuerda la responsable de la tienda de textil, quien lamenta que «podían haber arreglado la calle antes, porque en la reforma anterior se nos puso aquí toda la zona de acopio». Además, advierte que por cómo es la acera «en el momento en el que se moja es resbaladiza para todo el mundo». Por estos motivos, admite estar «contenta», como Merche Obispo que tiene en frente una peluquería.  A ella no le afectan las fechas, ni la campaña de Navidad, porque detalla que  «la gente viene directa y con cita», pero sobre todo expone que «es una vergüenza cómo está la calle, por la acera y el asfalto, y cuanto antes lo hagan mejor, así que estoy encantada».

La obra afecta al primer tramo de la calle Arenal, entre la de El Cid y Francisco Cantera.La obra afecta al primer tramo de la calle Arenal, entre la de El Cid y Francisco Cantera. - Foto: A.B.

Con más recelos hablan las tiendas de moda, como Edén y L&M, que comparten el tramo de la acera que patina que todos mencionan. «Hay un poco de nervios, porque nos pilla en medio de las ventas de Navidad», confiesa Marian Asensio, quien puntualiza que «justo después del puente de diciembre es cuando arrancamos la campaña, pero intentaremos aguantar como podamos».

Cristina Herrera, de L&M, asume que tendrá pérdidas y añade que «para el comercio son muy malas fechas por la Navidad, pero para que esté bien primero tiene que estar mal». Pese a las dudas que tiene, sí que aplauden que durante las fiestas paren las obras y quede como «una peatonal con trampa», bromea Asensio, quien como también explica Herrera aplaude que cuando concluyan las obras mejore la estética de este céntrico tramo.

No todos los comercios afectados podrán beneficiarse del resultado final, porque en esta ocasión también habrá una zona para dejar todo el acopio del material. Sucederá en la calle El Cid, donde tiene Beatriz Gracia su tienda Azabache. «Nos ha tocado la parte más fea», lamenta, aunque también reconoce que «hay que hacerlo», pero espera que «no nos pongan delante de los comercios que estamos activos algo que nos tape».