Diario de Burgos

Un cambio de rumbo en la Ciudad Condal

SPC
-

El Barcelona espera hacer pronto oficial la llegada del alemán Hans-Dieter Flick como entrenador del primer equipo, en una apuesta poco habitual por parte del club culé

El teutón dirigirá al plantel azulgrana tras la destitución de Xavi Hernández. - Foto: THILO SCHMUELGEN (REUTERS)

Borrón y cuenta nueva. El Barcelona afrontará a partir de la próxima temporada un nuevo proyecto deportivo. Lo hará con una figura diferente al frente del banquillo del primer equipo, pues se espera que en los próximos días se anuncie la contratación del alemán Hans-Dieter Flick. 

El final del proyecto de Xavi Hernández y la llegada del técnico teutón supone un cambio de rumbo por parte de la dirección deportiva del club azulgrana. La contratación del egarense en 2021 suponía reafirmar la apuesta por un hombre que ya conocía de sobra la entidad catalana. Antes, fue Ronald Koeman, otra leyenda, el que asumió las riendas del equipo.

Pero, una vez se confirme de manera oficial el desembarco del exseleccionador germano (diversos medios apuntan a que primero se debe resolver la situación contractual del de Terrasa y de su cuerpo técnico), el Barça dejará sus llaves a un entrenador ajeno a la estructura de la entidad blaugrana.

No son muchos los técnicos que, en las dos últimas décadas y tras la salida de Pep Guardiola en 2012, aterrizaron en el equipo de la Ciudad Condal sin haber pasado por el club culé anteriormente. Solo el argentino Gerardo 'Tata' Martino (2013-14) y el cántabro Quique Setién (2020) integran esa lista. Y, en ambos casos, su trayectoria al frente del Barcelona no fue exitosa en lo que a resultados se refiere. 

De hecho, en el período que ambos tomaron las riendas del bloque catalán únicamente se consiguió una Supercopa de España y fue bajo la etapa del rosarino.

Por tanto, y una vez que se confirme, Flick deberá demostrar que la decisión de la dirección deportiva de contar con alguien sin conocimiento previo del club, ya sea en algún período previo como jugador o como entrenador, puede ser también una garantía de éxito. 

El mejor ejemplo es Frank Rijkaard. El neerlandés, que recaló en la disciplina azulgrana en 2003 y ganó una Champions en 2006, también fue una apuesta de Joan Laporta en su primera etapa como presidente.

Por aquel entonces, el equipo de la Ciudad Condal también atravesaba una delicada situación en cuanto a resultados. Lejos de 'can Barça', el club espera encontrar el camino para volver a ganar títulos. Y Flick es el elegido para ello.