Burgos presume de ser una economía altamente industrializada, pero con eso no basta:depende cada vez más de sus servicios, que no solo aportan actividad y riqueza, sino que aglutinan a una buena parte del empleo. Siete de cada diez empresas que cotizan a la Seguridad Social por cuenta ajena trabajan en el sector terciario, al igual que seis de cada diez trabajadores. Además, este sector -y no la industria- es el que expande o encoge el tejido productivo y, desde 2020 y por el encadenamiento de diferentes causas, está haciendo lo segundo. 

El pico de empresas registradas en la Seguridad Social en la última década (sin contar con los autónomos) se alcanzó en julio de 2016, con 11.199 sociedades que daban empleo a 105.373 trabajadores. Fue un momento de fuerte expansión económica, pues ya se vislumbraba el principio del fin de la larga crisis de la construcción desencadenada una década antes. La internacionalización de los negocios tuvo también su reflejo en el número de cotizantes a la Seguridad Social. 

Por contra, el momento más bajo de la última década es reciente, está datado en enero de 2021, tras diez meses de pandemia, cuando las empresas inscritas descendieron hasta las 10.261, con un total de 106.624 empleados en plantilla. 

En agosto de 2023, dato facilitado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social la pasada semana, se está más cerca de la parte baja de la demografía empresarial: Burgos suma 10.592 sociedades en los registros públicos, aunque, afortunadamente, el empleo crece hasta los 113.527 trabajadores. 

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