El Ayuntamiento de Castrillo de la Vega continúa volcado en recuperar todas las infraestructuras e instalaciones municipales que se vieron afectadas por la tromba que cayó a principios de mes y que obligó a cortar al tráfico la Nacional 122 durante varias horas. Su alcalde, Jesús Mambrilla, detalla que, según las primeras estimaciones que han efectuado, tendrán que destinar alrededor de 40.000 euros para reparar los caminos, ya que el agua bajó con tanta fuerza (más de 50 litros en menos de una hora) que arrastró una cantidad de tierra considerable. Por ahora, han acometido una mínima reparación para que los vehículos puedan transitar con motivo de la vendimia. 

Mientras, el polideportivo permanece cerrado. El alcalde de Castrillo de la Vega explica que después de cuatro días sacando barro, ya ha quedado limpio. No obstante, por la humedad que se ha acumulado, varias planchas del techo se han descolgado y aunque hay una malla protectora que impide que caigan al suelo, de momento prefieren no arriesgar. Cada día lo abren unas horas para que se ventile. Y así, poco a poco, van recuperando la normalidad tras la tormenta. 

De hecho, Mambrilla ha redactado una carta de agradecimiento «a todas las personas, instituciones y departamentos de la Administración que colaboraron para tratar de paliar los efectos provocados por la dana que dejó graves inundaciones en el municipio el pasado 3 de septiembre». 

En este escrito, desde el Consistorio ribereño dan las gracias al cuerpo de bomberos de Aranda, que prestó auxilio a varios conductores que se quedaron atrapados en sus vehículos con el agua hasta la cintura. También agradecen la labor que desarrolló Protección Civil, la Guardia Civil, la Diputación Provincial de Burgos y la Junta de Castilla y León, «y todas aquellas instituciones que han prestado ayuda y se han interesado por el estado del municipio y de las personas». En este sentido, el alcalde da las gracias «al personal del Ayuntamiento de Castrillo de la Vega y a todos los grupos políticos».

Igualmente, el regidor tiene palabras de reconocimiento para los vecinos y voluntarios, «que siguieron fielmente las instrucciones de los responsables del operativo ayudando con ello en las tareas de minimizar los daños provocados por la tormenta, así como a recuperar las zonas afectadas». Y es que el agua se metió en multitud de casas y naves de empresas, anegó la gasolinera, el polideportivo y el parque e inundó en torno a un centenar de hectáreas de cultivo. Hasta tal punto que en algunos casos hubo viñas que, por la fuerza del agua, quedaron tumbadas por completo. En este punto, desde el Consistorio agradecen a los agricultores «que participaron en las labores de limpieza y reparación de infraestructuras, mediante la prestación de medios materiales y personales».

Finalmente, la carta de Jesús Mambrilla termina con su «más sincero reconocimiento a todos los agentes intervinientes por haber evitado un mal mucho mayor gracias a su esfuerzo, dedicación y compromiso mostrado en la protección de todos».