Diario de Burgos

La nueva ordenanza de terrazas de Aranda no vale en el Casco

I.M.L. / Aranda
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Los fallos en la normativa se traducen en que el 20% de los expedientes gestionados en el casco histórico de Aranda se deniegan por problemas de accesibilidad o falta de espacio

La concentración de bares en algunos puntos del casco histórico arandino complica el otorgar autorizaciones. - Foto: Valdivielso

La última actualización de la ordenanza municipal de terrazas en Aranda no ha cumplido aún dos años desde su entrada en vigor y, al empezar a trabajar con ella, ya se han detectado puntos débiles que se van a tener que modificar para que se adapte a las particularidades del entramado de calles del casco histórico, principalmente. «Hay problemas a la hora de interpretar la ordenanza, vamos a llevarla otra vez a comisión para hacer alguna modificación, hay que adaptarla a las necesidades reales tanto de usuarios, vecinos, establecimientos...», reconoce la concejala de Obras y Urbanismo, Ana María Hervás, que quita hierro a esta necesidad de hacer cambios en el texto de una ordenanza que apenas ha echado a andar. «Las ordenanzas son papel vivo que hay que actualizar según los usos y hay determinadas cosas que conviene, al menos, que volvamos a valorar», apunta.

Uno de los problemas que se han detectado están detrás de dos solicitudes de licencia que se están estudiando porque no está claro que se puedan poner todas las terrazas que se piden en un espacio reducido. «Concurren los intereses en la misma zona de tres establecimientos, que están interrelacionados», especifica esta laguna que tiene la ordenanza municipal que regula esta ocupación de la vía pública, que ahora tienen los técnicos sobre la mesa. «En base a las diferentes opciones que plantee el técnico hay que tomar una decisión de cómo se distribuye la zona y los permisos», remarca Hervás, que considera que no tienen por qué denegarse las autorizaciones, pero sí «afectar la redistribución de la zona, porque no podrán colocar lo que tenían autorizado de antes», especifica el punto de partida antes de que se trate este tema en una comisión específica.

Además de las dudas que han surgido en una de las zonas de más concentración de establecimientos hosteleros en el centro de la capital ribereña, la tramitación de solicitudes este año ha dado al traste con otras dos terrazas que han sido denegadas porque «no se cumplen las condiciones de accesibilidad de la calle si se otorga la licencia», explica la concejala del área urbanística los motivos, ya que son locales que están situados en calles que no son lo suficientemente anchas como para mantener el mínimo espacio peatonal libre de terrazas.

A estos expedientes con respuesta negativa se suman otros dos establecimientos a los que se les había concedido la autorización, pero que ahora ha surgido otro impedimento. «Tenemos dos con permisos concedidos, pero ha habido una retirada de autorización por parte de propietarios de locales colindantes», enumera Hervás, un requisito este imprescindible para poder otorgar la licencia para colocar la terraza, y que viene especificado en la ordenanza cuando hay distancias cortas entre los locales. «Se está valorando jurídicamente qué incidencia tiene esta retirada del permiso del local vecino en la autorización para colocar terraza», reconoce la edil de Urbanismo, ya que es un detalle que no aparece especificado en la actual ordenanza municipal.

Datos globales. En lo que llevamos de año, sólo en la zona centro ya se han tramitado una quinta parte de los expedientes que se abrieron el año pasado. En el casco histórico se localizan 28 expedientes, además de los seis denegados que suponen un 20% del total. Otros cinco son peticiones por primera vez y once son renovaciones. Estas últimas van más lentas, porque la ordenanza obliga a solicitarla todos los años, pero los gerentes de los establecimientos tienen dudas de cuándo hacerlo. «Se va a mandar una nota informativa a todos los bares, antes de tomar otras medidas, porque las renovaciones las entienden que se hace de fecha a fecha, pero con la ordenanza en la mano la renovación hay que hacerla a vencimiento de año», expone la responsable del área.

Además, hay seis expedientes que están a la espera de un informe técnico o de que los solicitantes envíen más documentación. Mientras tanto, se trabaja de forma paralela con las peticiones para otros barrios arandinos.

ARCHIVADO EN: Aranda de Duero, Urbanismo