La reforma de la rotonda de la carretera N-120 que da acceso al aeropuerto de Villafría está un poco más cerca de iniciarse. Tras una tramitación administrativa que se remonta, nada más y nada menos que a 2008, el Ministerio de Transportes ya tiene propuesta de adjudicación del contrato de obra. La UTE formada por Padecasa Obras y Servicios y Cycasa Canteras y Construcciones es la elegida por los técnicos estatales para llevar a cabo una remodelación tan urgente como necesaria.
A pesar de los numerosos accidentes de tráfico y las quejas que llevan elevando tanto los camioneros como los conductores de vehículos ligeros, el arreglo se ha dilatado hasta finales de este 2023. Con un plazo de ejecución de 26 meses, la rehabilitación no estará concluida al menos hasta principios de 2026. Eso contando con que la adjudicación y formalización del contrato sea correcta y no choque con ningún contratiempo. Además, habrá que esperar que no se destapen problemas durante los trabajos que provoquen retrasos en los mismos.
La oferta que ha puesto encima de la mesa la unión temporal de empresas fija en 868.617 euros (sin IVA) el coste que tendrá para el Estado. Se trata de 106.480 euros menos que el presupuesto base por el que salió a licitación, 975.097. La UTE ha obtenido, sumando las propuestas económica y técnica, una calificación de 86,65, superior a las otras tres que se interesaron por este contrato.
Hasta tres son las causas que provocan una alta concentración de accidentes de tráfico. Por un lado, un informe encargado por Transportes esgrime la disposición de peraltes hacia el exterior, que provocan problemas dinámicos en las entradas, principalmente a vehículos pesados. Por otro lado, precisa que su forma elíptica avala que los conductores realicen correcciones en la trazada que provocan movimientos y dudas, especialmente entre los que no conocen este enlace con salidas, generando numerosos vuelcos con especial relevancia en el caso de vehículos pesados con cargas relevantes.
Por último, pone el foco en la rasante de la propia glorieta, no uniforme y con un perfil longitudinal. En 2008 -hace 15 años- la Unidad Provincial de Conservación y Explotación de Burgos solicitó una orden de estudio encaminada a mejorar la seguridad vial de todo este tramo. Aunque se llegó a contar con un proyecto en firme, el Ministerio confiesa que las actuaciones recogidas en dicho documento «no se llegaron a llevar a cabo». Hubo que esperar hasta 2020 para que se requiriera una actualización de este estudio, que recibió la aprobación definitiva en noviembre del año pasado. Sin embargo, los infinitos trámites administrativos han ido alargando esta actuación tan urgente. Y lo que queda.