El Burgos CF juvenil ya acaricia su regreso a la División de Honor. Una victoria este domingo -Castañares, 12:00 horas- ante el Burgos UD, colista y ya descendido, le daría el ascenso virtual a la máxima categoría haga lo que haga la Cultural Leonesa, segundo clasificado a tres puntos de los blanquinegros. Los dos equipos tienen el average particular igualado y en el general el conjunto burgalesista tiene 12 goles de ventaja.
Así las cosas, si los dos equipos vencen sus partidos -la Cultural juega el sábado en el feudo de la Gimnástica Segoviana, que lucha por evitar el descenso-, el ascenso no sería matemático, aunque solo una catástrofe en la última jornada evitaría que el Burgos jugara en División de Honor el próximo curso. Debería perder por goleada contra el Diocesanos y que la Cultural ganara por un marcador muy amplio al Unionistas, tercer clasificado.
«Está claro que estamos cerca, pero no podemos vender la piel del oso antes de cazarlo. No podemos confiarnos porque afrontamos un derbi que no será fácil. Es cierto que la diferencia entre nosotros y el Burgos UD, en cuanto a números, es muy grande, pero las circunstancias harán que el partido sea mucho más igualado de lo que dice la estadística. Los jugadores se conocen todos, han sido compañeros y eso hace que haya un componente psicológico muy importante», explica Roberto Santamaría, entrenador del conjunto burgalesista.
El técnico local tiene clara la estrategia: «Seguir haciendo lo mismo que hasta ahora». Cree que lo importante es «no salirse del camino» que les ha llevado hasta donde están. El equipo acumula 20 jornadas sin perder, en las que ha ganado 18 encuentros, lo que le ha permitido remontar un irregular inicio. Comenzó el curso con dos derrotas y cerrando la tabla y lo puede acabar con un ascenso después de una racha sobresaliente.
Si algo destaca Santamaría de su equipo es la continua «evolución» desde el inicio de la campaña. «El crecimiento ha sido continuo y hemos mejorado en muchas facetas. Hemos encontrado ese equilibrio en las dos áreas. En la del rival somos eficaces y en la nuestra sólidos», explica.
Mentalidad. Cree que la «constancia y la perseverancia» han sido claves para estar en esta privilegiada situación a falta de dos jornadas para el final. Asegura que el mérito es de sus jugadores, que han tenido la capacidad de «seguir trabajando» pese a que ha habido momentos en los que la recompensa no acababa de llegar. «Nos ha tocado remontar porque no comenzamos bien y hemos tenido que ir recortando. Hemos sido muy constantes», comenta el técnico.
El domingo, el equipo blanquinegro tiene la oportunidad de poner la guinda a una gran temporada y de regresar a la máxima competición juvenil, uno de los objetivos que tenía el club. Aunque lo importante no es solo el ascenso, sino que la mitad de la plantilla continuará la próxima campaña, a los que se unirán varios jugadores del equipo B, que en estos momentos está también a un paso de subir. Solo le hace falta un punto en las dos jornadas que quedan para que sea matemático. Si nada se tuerce, el ascenso será doble y el Burgos tendrá un equipo en División de Honor y otro en Nacional, a lo que hay que añadir que el conjunto cadete ya se ha proclamado campeón de la Regional, lo que asegura el relevo.