El ultimátum que lanzó el concejal de Seguridad Ciudadana el martes a los voluntarios de Protección Civil ha surtido efecto. Al menos en parte. En los dos últimos días, «un porcentaje significativo» de los integrantes antiguos de la agrupación que se dieron de baja en el servicio en el mes de abril han comunicado su intención de regresar, aunque «los cabecillas» siguen en sus trece de no volver.

El conflicto con el Ayuntamiento está enquistado desde hace meses e Ignacio Peña advirtió el martes de que no está dispuesto a soportar «el chantaje» al que los actuales miembros de la Agrupación están sometiendo al Ayuntamiento y a la ciudad. Porque, en su opinión, de las conversaciones que ha mantenido con ellos lo que ha deducido es que «quieren imponer el responsable que dirija la sección, pues no están conformes con el elegido después del cese de su anterior 'director'». «Y eso no lo vamos a consentir, el Consistorio no puede admitir que unos voluntarios elijan a quien tienen por encima», aseveró ese día. Disponer de unas instalaciones adecuadas también es una de sus reivindicaciones, reconoció el edil de Vox, pero queda «en un plano secundario», a su juicio.

De modo que Peña les lanzó un órdago cuando afirmó que la Concejalía de Seguridad Ciudadana va relanzar la Agrupación con nuevos integrantes y con quienes quieran sumarse de los antiguos. El Consistorio va a abrir de «manera inminente» los canales pertinentes para que los burgaleses puedan convertirse en Voluntarios de Protección Civil.

En las próximas semanas su departamento determinará la forma de contactar con el Ayuntamiento para apuntarse y empezarán a diseñarse cursos que los aspirantes deberán superar antes de integrarse en el servicio. Es en el mes de octubre cuando expira el plazo de seis meses hasta el cual los voluntarios antiguos pueden prolongar su baja. A partir de ese momento «o regresan o se quedarán fuera del servicio», avisó.

Sobre la habilitación de unas instalaciones decentes para la Agrupación, Peña considera que una inversión de 3,3 millones para adecentar un edificio en desuso del CEEI es desmesurada. Y se muestra partidario de «realizar un estudio de necesidades» para rehabilitar la actual sede, situada en la calle Juan Bravo. En su opinión los bajos de este inmueble podrían albergar solamente el aparcamiento y las plantas superiores, hoy sin uso, podrían adecentarse para oficinas. En todo caso, el concejal insistió en que «está decisión se tomará en los próximos meses».