Diario de Burgos

De la reconquista en Mena

A.C. / Taranco de Mena
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El periodista José Manuel Cámara rescata en 'San Medel. Historia de un monasterio que fue...' lo que rodeó al desaparecido cenobio de Taranco, cuya acta fundacional, fechada en el año 800, contiene la palabra Castilla

La Asociación de Amigos de Taranco erigió un monolito junto a la reconstruida iglesia del monasterio. - Foto: A.C.

En los albores de la dura Reconquista, dos hermanos Vitulo y Ervigio firman el acta fundacional del monasterio de Taranco de Mena. Un topónimo, el monte Monasterio, deja testimonio popular del lugar donde se erigió ese espacio religioso y defensivo, alrededor del cual las familias podían ir sumándose para vivir de la agricultura y la ganadería. Eran los tiempos de la presura, de la libre ocupación de los terrenos que dejaban atrás los musulmanes expulsados. El periodista menés, José Manuel Cámara, gran defensor de su tierra ya cultivaba su nacionalismo castellanoleonés en sus tiempos de estudiante en la Facultad de Periodismo de la Universidad del País Vasco. Fue allí donde gestó lo que hoy es el contenido de su cuarto libro San Medel. Historia de un monasterio que fue... En su día obtuvo matrícula de honor con su investigación.

Cámara no pretende sentar cátedra. Al contrario, tras la lectura de treinta libros, entre los que destacan los títulos sobre la historia del Valle de Mena firmados por Don Ángel Nuño y José Bustamante, se acercó con mucha humildad a la Reconquista en las faldas del Ordunte, a esos momentos de los que no quedan documentos escritos, salvo la piedra tallada del acta fundacional del monasterio de San Emeterio y San Celedonio en Taranco, que se guarda en el de San Millán de la Cogolla, en La Rioja. Los dos hermanos santificados, también llamados Medel y Zeledón, nacieron en León y tras ingresar en el ejército romano fueron martirizados por su cristiandad.

Cámara lamenta que desde hace más de 40 años cuando escribió su trabajo universitario, ahora publicado, nadie haya lanzado un libro sobre el que fuera el primer monasterio de varones del entorno en la Reconquista y que en 1352 seguía en pie pero ya como casa solariega cedida por el abad de San Millán a los señores Pero Pérez y Sancho López Martín. Los padres de Ervigio y Vitulo, Lebato y Muniadona, fueron los primeros en establecerse en el Valle de Mena entre el 767 y el 770, según los estudios del autor, quien les considera los iniciadores del monasterio.

Pero el debate clave siempre ha sido el de su acta fundacional, donde aparece por primera vez la palabra Castilla. Está fechada en el año 800, pero podría tratarse de una fecha apócrifa, como admite Cámara, y que los hermanos Vitulo y Ervigio pusieran una fecha anterior a la real con el fin de acreditar las posesiones de los lugares en los que sus padres realizaron la presura o acto de repoblar territorios desocupados por los antes invasores. En su libro no ha entrado en el debate sobre el posible nacimiento del castellano o la existencia de la palabra Castilla en este acta fundacional. Las primeras palabras del dialecto romance hispánico también aparecieron en los cartularios de Valpuesta, el primero de los cuales está fechado en el año 804.

Historiadores. Cámara desea suscitar interés y que haya historiadores dispuestos a investigar. Su sueño sería publicar una segunda edición revisada de su libro sobre el olvidado monasterio de Taranco con «las visiones de diferentes historiadores». Ypuestos a soñar, también le gustaría que la Junta de Castilla y León comandase un estudio o prospección arqueológica de los restos que puedan quedar del monasterio. «Si estuviesemos en Euskadi, habría un Centro de Interpretación y visitas a un lugar vinculado al origen del castellano», opina. «No hay ni una señal indicativa en la carretera sobre este lugar histórico», insiste, a la vez que aplaude la labor de divulgación realizada por la Asociación de Amigos de Taranco. En 1990 este colectivo construyó sin un céntimo de dinero público la iglesia de Taranco donde apenas se vislumbraban unos muros abandonados.

El cuarto libro del periodista de RTVE es también un «homenaje al sacerdote Jesús Rodríguez Basabe, fallecido hace 15 años» y con el que Cámara entroncó una gran amistad a golpe de raqueta en el frontón. Fue él quien le tradujo el acta fundacional del monasterio, cuyas piedras se cree que pueden estar reutilizadas entre las casas del pueblo y en la propia iglesia construida. En su día, Gregorio Nogales, natural de Taranco, le mostró el pórtico de su vivienda «construido con piedras del monasterio». Los blasones que pueblan las fachadas en la localidad también evidencian su pasado vinculado al monasterio.