Diario de Burgos

El firme de las terrazas adosadas a fachadas no se levantará

C.M. / Burgos
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Se optará por señalizar con pintura con elevaciones de 8 milímetros los itinerarios para ciegos en las zonas singulares. Supone un ahorro y minimiza la envergadura de la obra

La calle Roma es una de las denominadas ‘zonas singulares’ en la nueva normativa y requiere que se señalen los recorridos peatonales. - Foto: Alberto Rodrigo

La nueva Ordenanza de Terrazas ya en vigor contempla la colocación de un nuevo pavimento pododáctil para poder sacar veladores a la calle en las llamadas zonas singulares (las calles San Lorenzo, Sombrerería y plaza Roma, Diego Porcelos, Arco del Pilar y el estrechamiento al inicio de la plaza del Rey San Fernando). Es decir, en vías estrechas con tradición hostelera donde las terrazas van adosadas a las fachadas y las personas invidentes carecen de un itinerario seguro por el que poder transitar. 

El Ayuntamiento no solo no ha cumplido con su compromiso de cambiar el firme sino que ahora ha decidido no hacerlo y optar por señalizar los itinerarios con una pintura con elevaciones de ocho milímetros de grosor que los peatones con discapacidad visual reconozcan con los pies y les alerten de la existencia de una terraza y la dirección o direcciones que pueden tomar para evitarlas y continuar con su recorrido, según aseguró el concejal de Obras, Manuel Manso.

En el bulevar del ferrocarril hay algunos tramos de acera que tienen este tipo de pavimento como es el caso de la acera situada frente al Hospital de la Concepción. Esta opción no solo será un ahorro para el Ayuntamiento al no tener que levantar todo el firme actual y sustituirlo por otro sino que reducirá las molestias para los negocios al no tener que hacer tanta obra y también para los viandantes. Lo que está claro es que hoy por hoy todas las terrazas en zonas singulares están incumpliendo la ordenanza la ordenanza así como una sentencia del Tribunal Supremo que, en virtud de la Ley de Accesibilidad, defiende el derecho de las personas invidentes a tener un itinerario seguro. Es decir, a tener las fachadas libres de obstáculos. 

El Ayuntamiento, para salvar esta situación en calles más estrechas donde las terrazas tienen una larga tradición creó las llamadas ordenaciones singulares y propuso colocar en ellas un pavimento podotáctil (similar al que existe en los pasos de peatones). Lógicamente, el Ayuntamiento no puede sancionar a estas terrazas que siguen manteniendo sus negocios, dado que debe ser la administración la que coloque ese pavimento

La idea es contratar los trabajos a través de un contrato menor desde el área de Vías Públicas a la mayor brevedad para que los itinerarios puedan estar señalizados lo antes posible (...).

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