Diario de Burgos

La Junta demolerá La Florida, pabellón del psiquiátrico de Oña

S.F.L. / Briviesca
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En 2011 trasladaron a los últimos pacientes a las actuales instalaciones y desde entonces La Florida presenta un estado ruinoso. Las obras comenzarán en «invierno» y el espacio lo transformarán en jardín

El abandonado edificio lo construyeron a principios de los años setenta. - Foto: S.F.L.

La Florida, uno de los edificios fantasma del antiguo psiquiátrico de San Salvador de Oña y el único pabellón de nueva construcción, desaparecerá en los próximos meses. La Fundación Patrimonio Natural Castilla y León (perteneciente a la Junta) ha solicitado el permiso al Ayuntamiento de la villa para derribar en «invierno» una mole de ladrillo amarillo de cinco plantas construido a principios de los años setenta, que en 2011 quedó en manos del abandono más absoluto. Ubicado en una de las zonas más simbólicas del entorno del Monasterio, junto a los jardines benedictinos y los canales, presenta un estado tan deteriorado -en la estructura como en la cubierta- que amenaza con caer por sí mismo si no se actúa con urgencia.

«No hay opción de dar al inmueble una segunda vida y, a pesar de que se barajaron otras opciones, acabamos por descartarlas. Al no tratarse de un edificio protegido como el resto que componían el complejo es la mejor solución», declara Nino, coordinador de Espacios Naturales de Burgos. La gran explanada quedará integrada en el  actual paseo de los jardines benedictinos y «la transformaremos en un espacio verde para ampliar el recorrido», añade.

La Diputación adquirió el complejo en 1967 por 24 millones de pesetas y dos años después comenzaron a poblar las alas del sanatorio los primeros pacientes, todos hombres, procedentes de Mondragón. Pero el espacio disponible de San Salvador no era suficiente, por lo que levantaron desde cero el pabellón que ahora pretenden derribar, otra pequeña sala en la que realizaban labores terapéuticas y ampliaron dos zonas ya construidas. En las instalaciones de la Florida solo se permitía la estancia de varones internos que requerían una atención más especial.

Durante los últimos doce años la edificación ha cumplido funciones de almacén de obras de arte expuestas en la muestra El jardín secreto, y también ha sufrido multitud de ataques vandálicos de individuos cuyo único propósito era el de destrozar todo lo que se cruzaba a su paso. «Han quemado colchones, destrozado muebles, reventado casi todos los cristales de las ventanas y los aseos. Muchos de los inodoros y lavabos se acumulan en el exterior junto a restos de somieres y otros elementos, en un patio repleto de grafitis», añade.

La administración provincial es la propietaria del complejo y cedió a la Junta los terrenos por los que atraviesa el jardín y se sitúa la Casa del Parque Montes Obarenes-San Zadornil. Por ello, «hemos firmado un convenio conjunto, aunque nosotros nos haremos cargo de ejecutar un proyecto que ya está redactado, presentado y que no alcanzará, en principio, los 200.000 euros de inversión», explica el coordinador.

Con tales actuaciones, muy esperadas entre los onienses, el espacio que se construyó hace más de mil años ganará equilibrio con el entorno natural que le rodea.