Diario de Burgos

PepsiCo bate su récord de producción en 2022

L.M. / Burgos
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La fábrica de snacks trasladará a unas naves cercanas una cadena de producto semielaborado que le permitirá ser mucho más eficiente. Invertirá más de 10 millones y sumará 15 empleos

La planta de PepsiCo en el polígono Burgos Este da empleo a más de 400 personas. - Foto: Jesús J. Matías

A las puertas de soplar ya las 60 velas -la antigua Matutano empezó a fabricar snacks en 1965- PepsiCo logró el año pasado un hito sin precedentes. Durante el 2022 alcanzó su récord histórico de producción con 65.000 toneladas, dos millares más que las conseguidas en 2021. Por poner en contexto, el promedio de los últimos ejercicios se movía alrededor de las 55.000. 

Todo ello con una plantilla formada por 450 personas que, en temporada fuerte (junio y agosto), supera las 600. Para seguir incrementando estas cifras, la planta que dirige desde hace unos meses Raúl Vega invertirá más de 10 millones en un «megaproyecto» de una nueva línea de fabricación. El objetivo no es sumar un nuevo área de producción a la factoría, sino trasladar desde dentro de PepsiCo a unas naves cercanas la cadena de elaboración. «Queremos que sea más eficiente y con menor gasto energético», explica Vega, que reconoce que la actual es una de las más antiguas en funcionamiento con casi 40 años en servicio. El producto que sale -y saldrá- de la misma son los pellets de Pandilla, el producto semielaborado de la marca Chettos.

Se trata de una de las referencias punteras del mercado nacional, por lo que la intención de PepsiCo es apostar muy fuerte por ella. «La línea se está quedando sin capacidad y necesitamos seguir sirviendo a nuestros clientes», reconoce. La inversión, ya aprobada, estará plenamente operativa en un plazo aproximado de un año y medio. Los cerca de 15 empleados que actualmente están a su cargo se moverán desde la planta a las instalaciones anexas, aunque desde PepsiCo no descartan incorporar otros tantos si el producto sigue al alza.

En el espacio que quedará 'vacío' dentro de la fábrica el departamento de Ingeniería ya estudia otros usos que permitan a la compañía continuar creciendo de cara a futuro. «Vamos a intentar optimizar nuestros procesos para tener en Burgos las tecnologías adecuadas a los clientes», defiende Vega. Junto a este desembolso económico, la fábrica está trabajando en mejoras para reducir el consumo energético o de agua. «Antes dedicábamos 5 o 6 millones y para este 2023 lo hemos duplicado», asegura Vegas, que coloca a Burgos «muy arriba» dentro del Grupo PepsiCo.

A esas cantidades hay que sumar otros 2 millones que irán destinados a implementar el almacén logístico que PepsiCo construyó en Villafría, junto al puerto seco de Villafría. De forma anual la multinacional norteamericana inyecta una cifra similar para que este epicentro de la distribución de todo tipo de productos siga siendo puntero. «El mercado español está siendo estable, pero el aumento de producción se debe al incremento de las exportaciones y la entrada en Francia», resume Vega. En los últimos años han cuadruplicado la fabricación con destino al país vecino, con unas perspectivas «inmejorables».

La capacidad de almacenaje y logística del complejo de Villafría permite desde hace un mes a PepsiCo servir de forma directa a sus clientes del sur de Francia desde Burgos sin necesidad de otros puntos de distribución intermedios. «El flujo va a ser mucho más estable, lo que permite aumentarlo a partir de este 2023» apunta el director.

Mejoras continuas. Además de la nueva línea y la optimización del centro de logística, PepsiCo se centra en innovar sus procesos. Actualmente están invirtiendo en un proyecto para aplicar una novedosa tecnología dentro del área de paletizado de mercancías a los camiones. «Es pionero, no existe dentro de PepsiCo y nos ayudará a ser mucho más competitivos», asegura Raúl Vega. Durante el 2022 la compañía inyectó 8 millones de euros en la renovación de los intercambiadores de las freidoras para reducir su consumo energético.

De cara a futuro, el director se muestra esperanzado por el inicio del reparto al sur de Francia, aunque 'pelean' por abrir su radio de acción al centro o norte. El año pasado los productos elaborados en la planta del polígono Burgos Este llegaron a diversos países: además de Francia y España -su principal destino-, se enviaron hasta mercados como Bélgica, Italia, Países Bajos, Portugal y Ucrania. «Es un hito histórico para la compañía pero responde a una labor humanitaria con motivo de la guerra contra Rusia», apunta.

En la fábrica cuenta con diez líneas de producción: en tres fríen patatas, en dos maíz (Fritos y Doritos), dos están destinadas a los semielaborados, otras tantas se fabrican Chettos (productos extrusionados) y otra se fríen pellets. En total cuentan con más de medio millar de referencias (formatos) distintas. «Tratamos de adecuarnos lo máximo posible a nuestros clientes», sentencia Raúl Vega.