Todos los animales somos singulares, pero algunos somos más singulares que otros. George Orwell podía haber utilizado esta frase para su Rebelión en la granja. Es cuestión de cambiar el iguales por el singulares, pero el sentido viene a ser el mismo. Otra sentencia, en este caso de inspiración cinematográfica: Todos somos singulares, pero tú -por el independentismo- eres necesario. Recurrir al surrealismo de José Luis Cuerda y ese diálogo legendario de Amanece que no es poco es el mejor bicarbonato para poder digerir tantas ruedas de molino. El de la financiación singular de Cataluña es el penúltimo... ¿cuál será el siguiente? 

Los políticos acostumbran a jugar con el lenguaje, para pervertirlo y acomodarlo a sus intereses. Sería por tanto oportuno que los académicos que se sientan en la RAE a 'limpiar, fijar y dar esplendor' al idioma, se encargarán también de buscar nuevos sinónimos a determinadas palabras. Por ejemplo, Singular, que bien podría sustituirse por privilegiar a los que me interesan. 
También podrían afear la conducta a todos aquellos que sigan llamando a Álvaro García Ortiz fiscal general del Estado en lugar de fiscal servil del Gobierno. Qué poco tienen que ver algunos fiscales españoles con esos de las películas americanas, auténticos 'sabuesos' dispuestos a dejarse las pestañas para que triunfe el imperio de la ley. No son conscientes del desprestigio al que están arrastrando a la institución tan solo por quedar bien con el amo. 

La Fiscalía General del Estado, el CIS... La lista de organismos que un día fueron respetados, ahora están sometidos a la dictadura del capricho. Hasta el diccionario está empezando a resultar sospechoso, sobre todo cuando aceptamos que se cuele en el discurso político el término singular cuando el apropiado es injusto.