Faltan casi dos meses para las fiestas patronales en honor a la Virgen de Altamira, pero la ciudad del Ebro ya está cerrando su programación. Por ese motivo, multitud de colectivos trabajan en sus respectivas áreas y tanto los bares como los restaurantes han pisado el acelerador. El presidente de la Asociación de Hosteleros, Pepe Rey, explica que mantuvieron una reunión con el Ayuntamiento de Miranda hace apenas unos días. En ella acordaron varios puntos, entre los cuales destaca el regreso de la Feria de la Tapa a la vía principal del municipio, la calle La Estación.
Este evento, que nació hace casi una década, tuvo lugar en 2022 en el parque Antonio Machado, muy cerca de la Ronda del Ferrocarril. Pepe Rey describe que allí los puestos tuvieron menos visibilidad, porque el número de viandantes en esa zona resulta incomparable al de la gran calle que atraviesa Miranda. De esa forma, notaron una «acogida bastante más baja» que en los cursos anteriores. El regreso de esta actividad a su lugar original sienta muy bien al sector, que celebra que el Consistorio facilite un impulso de sus cajas registradoras durante esos días 11 y 12 de septiembre cuando se hará la feria.
Además la hostelería no solo centra su trabajo en este acto, sino que también se esfuerza cada año por sacar las txoznas a la zona peatonal de la calle Cantabria, en el barrio de Anduva. Los actos que comienzan el 7 de septiembre no serán menos, dado que el sector ya ha recibido el visto bueno de los responsables municipales para colocar estos puestos. Asimismo, Rey añade que volverán a poner junto a los recintos portátiles «un escenario» con sus propios «espectáculos musicales», que complementarán a los conciertos que organiza el Ayuntamiento.
Eso sí, el presidente de la Asociación de Hosteleros advierte que aún no han «definido» el cartel de su programación particular, porque deben diseñarlo entre las ocho txoznas participantes. En esas conversaciones, según comenta Rey, valorarán con cuidado el «presupuesto», dado que la inflación también ha golpeado a este tipo de actividades. En cualquier caso, reconoce que lo acordado con la administración municipal se alza como un «modelo continuista», ya que en la calle Cantabria «tampoco hay espacio para mucho más».
Los misterios lucirán más. La Asociación de Hosteleros y el Ayuntamiento no son los únicos que preparan las fiestas. La Cofradía de la Virgen de Altamira ya ha cerrado el programa de misas y desfiles, entre los que siempre brilla con luz propia el de los faroles y misterios. Y este año aún más, puesto que, según comenta el presidente, Jesús Fernández Urbina, van a cambiar las fotografías de imágenes religiosas para sustituirlas por otras «exactamente iguales» pero hechas de «vinilo». Así, cada misterio proyectará mayor cantidad de luz al exterior.