Google invirtió el año pasado 24.240 millones de euros en infraestructuras, el Bank of America registró un beneficio neto atribuido de 24.099 millones y el Gobierno destinó 24.385 millones a Andalucía dentro del sistema de financiación autonómica de cara a este ejercicio. Todas estas cantidades, a todas luces inalcanzables para el común de los mortales, bien podrían destinarse al uso que quieran sus dueños o a, por ejemplo, comprar todos los bienes inmuebles de la provincia de Burgos.

Aunque se trata de una hipótesis completamente descabellada, el Ministerio de Hacienda fija en 24.135 millones el valor de catastro inmobiliario urbano y rústico burgalés, que suma 570.933 bienes. La cifra, actualizada al ejercicio en curso, supone un incremento de 125 millones en comparación con los datos del 2022 y hace frente a los descensos que se venían produciendo en los últimos tiempos. Entre todos los usos que recoge la DirecciónGeneral del Catastro en sus estadísticas, la industria es la que marca la principal diferencia con otras provincias.

Los 68.199 bienes inmuebles de esta actividad económica, bien sea en Burgos como en Aranda, Miranda u otra localidad burgalesa, tienen un valor de 2.468 millones. Por poner en contexto, en Valladolid y Palencia, los otros dos vértices que conforman el triángulo industrial de Castilla y León, su cotización es de 1.870 y 910 millones respectivamente. La de León es de 1.935 millones.

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