Diario de Burgos

«La vida aquí es una tragedia griega y una astracanada»

I.L.H. / Burgos
-

José Marrón, afincado en Francia desde hace 55 años, novela y fantasea en 'Calumnia' con el Burgos de la posguerra: una ciudad 'de risa', rancia, en blanco y negro y plagada de habladurías

Marrón, hijo de José María González Marrón y compañero de estudios y amigo de Tino Barriuso, posa en el callejón del Espolón, que está igual que en los 50. - Foto: Valdivielso

Los recuerdos descansan en la memoria hasta que algo les devuelve a la actualidad. Unas veces son muy fieles, otras están deformados por lo que el tiempo quiso añadir y en ocasiones no se parecen en nada a la realidad aunque pensemos lo contrario. Con los que conserva José Marrón (Burgos, 1948) ha creado una novela que dibuja y fantasea con lo que sabe y lo que le contaron, ambientando en ella la historia de Pablo, un joven de 16 años que escapa de las habladurías y la vida le hace recalar en el Burgos de 1947, una ciudad en blanco y negro, rancia y a la vez de risa, plagada de chismorreos que podían poner en peligro no la reputación, sino la vida de quienes no tenían padrinos. 

En Calumnia (Suabia Ediciones) Marrón recoge «los recuerdos que nunca existieron» mientras muda algunos lugares y personajes para que sean reconocibles y a la vez se alejen de la realidad: a un Espolón con figuras ecuestres lo llama Empecinado aunque lo describe cual era, el café de ese paseo se llama aquí Tradición y el protagonista tiene algo de su compañero de estudios y amigo Tino Barriuso, a quien le debe en parte esta novela. «Al salir del instituto solíamos sentarnos en un banco que había cerca de Correos, al que llamábamos Frente de Juventudes porque siempre estaba ocupado por personas mayores. Allí babeaba con lo que me contaba, desde la diferencia entre Napoleón y Bonaparte a las libélulas. Él me incitó a ser autodidacta y por eso he aprovechado para que esté representado en tres personajes: Pablo, el protagonista; Begoña, una institutriz, y el boticario».

José Marrón, que comparte nombre con su padre y abuelo José María González Marrón, reside en Francia desde 1967. En la Sorbona se licenció en Psicología, Ciencias de la Educación y docencia del español y con ese bagaje ha publicado varios libros de divulgación. Esta es, sin embargo, su primera novela y por eso ha querido echar la vista a la ciudad de su infancia, la de antes, durante y después de la Guerra Civil, la España de las rencillas y las dificultades para prosperar de las familias humildes y el Burgos del 'difama, que algo queda'. «Hoy son las fake news, pero también se daban en época de Cicerón. La calumnia es un arma de destrucción masiva», añade señalando que a pesar de ser un drama, la novela está narrada con el humor que permite la distancia. «España es así. Es como una tragedia griega y a la vez una astracanada».

Los curas con la mano larga, los embarazos fuera del matrimonio, vecinos que sentencian, el mundo de las apariencias «Calumnia es lo que está por debajo de las relaciones de la gente, dentro de una historia que habla de esa España tradicional que sigue existiendo y un chico que tiene que irse de casa y aprovecha lo que se encuentra a pesar de las habladurías». «Para mí -continúa- la enseñanza más importante de este libro es que hay que arriesgarse, decir que sí a una iniciativa, a lo que te propongan. Decir que sí y caminar hacia adelante. Osar, que es lo que hace el protagonista, y apencar con lo que suceda», resume.

El libro, que cuenta con una ayuda de Caja de Burgos, se presenta el jueves en la Sala Polisón (20 h.).  

ARCHIVADO EN: Novela, Guerra Civil