Diario de Burgos

Belleza virtual, un peligroso referente

Javier Rodrigo (EFE)
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Cada vez más personas acuden a las consultas de los especialistas exigiendo intervenciones para parecerse a sus avatares del metaverso. El cirujano Bernardo Hontanilla ahonda en este desafío para el sector

Belleza virtual, un peligroso referente - Foto: FaustFoto

«Doctor, quiero operarme para parecerme a esta imagen virtual que tengo en el móvil». Esta petición es real y, lo más preocupante, es que cada vez es más habitual en las consultas, por lo que comienza a ser un verdadero problema para los cirujanos plásticos. Así lo explica el facultativo Bernardo Hontanilla, quien será el primer ocupante del sillón de Cirugía Plástica y Reparadora creado por la Real Academia de Medicina.

Hontanilla, director Científico y Académico del Departamento de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora de la Clínica Universitaria de Navarra (CUN), asegura que cada vez hay más personas que confunden lo que es posible en el mundo virtual con lo que es factible hacer en un quirófano.

Este especialista se ha dedicado en concreto en su vida profesional a la atención de pacientes con parálisis facial, la reconstrucción mamaria y la de cabeza, cuello y miembros, así como el tratamiento de malformaciones vasculares. Conocedor de profundidad del tema, indica que acepta el cargo de académico «con muchísima ilusión» para «dar luz a una especialidad que es preciosa y que a veces es muy poco conocido lo que realmente hace».

En los últimos años, explica, la cirugía reconstructiva ha experimentado importantes avances, por ejemplo, con la llegada de la supermicrocirugía, que supone amplificar la visión del microscopio quirúrgico en el quirófano y realizar reconstrucciones mucho más complejas. 

Además, en el ámbito del linfedema (acumulación de líquido linfático en el cuerpo), ahora se pueden suturar pequeños vasos linfáticos de menos de un milímetro. O reconstruir también pabellones auriculares con pequeñas porciones de tabique nasal de otros pacientes e incluso utilizar metales con memoria de forma en prótesis biocompatibles.

Prótesis biónicas

También han supuesto un punto de inflexión las prótesis biónicas, asegura el doctor Hontanilla: «Yo pienso que dentro de no muchos años ya no se va a necesitar realizar trasplantes de manos, pies o brazos de cadáver a un vivo porque implica la inmunodepresión del paciente, sino que hay prótesis biónicas con una funcionalidad absolutamente increíble».

Del mismo modo, ha avanzado «muchísimo» en los últimos 20 a 25 años la reconstrucción mamaria con tejido dermograso a nivel infraumbilical, que tiene unos resultados muy buenos desde el punto de vista de la simetría mamaria o de la sensibilidad, que hace 30 años eran impensables. Se consigue así una mayor satisfacción psicológica y física de los pacientes, ha indicado.

Hontanilla apunta que, como en todos los ámbitos de la vida, la inteligencia artificial ha irrumpido con fuerza en este campo. La inteligencia artificial, asevera, «no va a reemplazar al cirujano plástico, pero sí que va a reemplazar al cirujano plástico que no sepa de inteligencia artificial. En la cirugía estética es quizá el ámbito en el que más se va a desarrollar». La IA, matiza, «es una gran oportunidad, pero también tiene algunos peligros», como el metaverso, porque «ya está ocurriendo que hay personas que se meten en un sitio impersonal donde aparecen mucho más bellas y guapas de lo que son y después van a exigir esos rasgos ilusionantes a los cirujanos plásticos».

«Esto va a ocurrir cada vez con más frecuencia y creo que hay que tener mucho cuidado y hay que ser muy honrado y tener un código ético para que esto esté muy bien regularizado», advierte.

En este sentido, comenta que, en el campo de la cirugía estética, hay personas que «solicitan cosas irreales, técnicas irreales para las que no están ni psicológicamente preparadas ni entienden los procedimientos quirúrgicos; hay que saber explicar y hay que saber decir que no. Y la inteligencia artificial, el metaverso, los big data van a complicar en este momento todo esto».

Tener unos valores claros

El facultativo de la Clínica Universitaria de Navarra alerta, además, de que este sector «puede ser una selva» y resalta que hay que distinguir entre los cirujanos plásticos que tienen la especialidad de cirugía plástica, estética y reparadora reconocida por el BOE y que se obtiene por vía MIR, y los cirujanos estéticos que «en realidad no tienen ningún título, sino que hacen un curso por alguna universidad o un máster online y hacen cirugía estética». «Qué duda cabe de que esto necesita regulación», agrega.

Por ello, Hontanilla apuesta por que el cirujano plástico tenga unos valores sólidos: «El primero es la honradez con uno mismo, saber lo que puedo hacer y lo que no puedo hacer, lo que debo o no debo hacer porque no lo sé hacer. Honradez también con las personas que vienen a solicitar nuestra ayuda, explicar los problemas, las posibles complicaciones y ser realistas con los resultados».