Diario de Burgos

Valpuesta rechaza un rodeo de 14 km por obras en el acceso

A.C. / Valpuesta
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Los vecinos se niegan a circular por la vía alternativa llena de baches, en parte camino rural y de una anchura imposible para camiones o buses, ante el comienzo el lunes de los trabajos

De izquierda a derecha, Paul, Lorenzo y Edurne, quienes fueron portavoces de los vecinos que rechazan un desvío por zonas con el firme destrozado o estrechas calles no aptas para vehículos pesados. - Foto: A.C.

Todas las alertas están encendidas en la pequeña localidad de Valpuesta ante el comienzo el lunes de las obras de mejora y ensanchamiento del acceso a la localidad. Un responsable de la empresa adjudicataria de los trabajos, Herrero Temiño, informó a los vecinos de que se cortará el tráfico por completo durante los tres o cuatro meses que dure la obra. Desde la Diputación Provincial, ante las llamadas de los afectados y a preguntas de DB, aseguran que se realizarán «cortes parciales todos los días», pero desconocen los horarios. En Valpuesta desconfían y se temen lo peor, dado que pasarán de realizar apenas 3,5 kilómetros de ida y vuelta por su acceso habitual a 28 kilómetros por el único desvío posible.

DB comprobó las muchas molestias que causará. Los vecinos están convencidos de que ni camiones ni autobuses podrán atravesar las estrechas calles y curvas de la localidad alavesa de Mioma, por la que han de pasar. Además de ello, los 3 kilómetros de Valpuesta a Mioma son una penitencia de baches y de firme prácticamente devorado por el abandono. 

Una vez acaba ese tramo, de Mioma a Basabe, en territorio alavés, el desvío continúa por un camino agropecuario de apenas 3 o 4 metros de anchura, por donde los afectados temen sufrir accidentes. Aseguran que allí es imposible cruzarse con un camión o una furgoneta y estos vehículos pesados se verán también con dificultades.

Hace una década que Paul Hoyos y Edurne Barreiros abrieron en Valpuesta el Restaurante Los Canonigos. Cada día llenan su pequeña sala con 25 comensales que esperan la cocina de autor que ofrece.

Ambos temen que sus clientes acaben perdidos en el difícil desvío que se propone o incluso que desistan de ir e incluso que los proveedores con camiones o vehículos grandes les dejen de servir género imprescindible para su día a día. Otro negocio de la localidad, la panadería, también se verá muy afectada, al igual que la decena de vecinos que cada mañana sale de Valpuesta para trabajar en ciudades cercanas. Otros trabajadores necesitan entrar, como la auxiliar de ayuda a domicilio que cuida de la esposa de Lorenzo Flores, quien fuera alcalde pedáneo de Valpuesta. Este octogenario también se muestra muy preocupado y junto con los titulares del restaurante da voz a unos vecinos que aseguran «están asustados».

La petición que realizan los habitantes de Valpuesta es poder circular por la carretera durante las obras mediante un sistema de semáforos que frene su entrada durante periodos de espera tolerables, pero que les permitan entrar y salir en cualquier momento del día sin tener que dar un rodeo muy largo y en el que según les ha informado la Guardia Civil, los seguros se podrán desentender en caso de accidentes, al tratarse de un camino agropecuario que no es apto para vehículos y no cumple las medidas legales de una carretera.

Sin cobertura del seguro. Junto con los vecinos, los turistas que esta primavera se acerquen a visitar la colegiata de Valpuesta se encontrarán con esta molestia que los vecinos rechazan de plano. Mientras, desde la Diputación insisten en que «no será un corte total» como planteó la empresa constructora y se tendrá en cuenta a «vehículos autorizados» de los vecinos.

Los trabajos, adjudicados en noviembre pasado, tendrán un presupuesto de 837.138 euros, que incluyen el ensanchamiento y adecuación del acceso, la construcción de amplio aparcamiento en la entrada de Valpuesta para más de una veintena de vehículos y aceras en el tramo final. Antes de las obras, la Diputación ha expropiado 15.694 metros cuadrados pertenecientes a 33 fincas rústicas, por los que ha pagado 16.000 euros.