Burgos no es ajena a la escalada de tensión y hostilidades bélicas en la franja de Gaza. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han intensificado los controles preventivos en la capital y provincia después de que el Ministerio del Interior subiera la alerta antiterrorista al nivel 4 reforzado. Lo ocurrido en Francia y Bélgica en los últimos días ha encendido todas las alarmas de Policía Nacional y Guardia Civil, que no sólo están más presentes en puntos que consideran más sensibles como colegios, centros comerciales, edificios públicos o estaciones de transporte, sino que también están muy pendientes de posibles radicalizados.

La Comisaría Provincial de Burgos ha dado orden a sus agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana de extremar la vigilancia y de incrementar los controles en toda la ciudad. Desde hace unos días, los operativos de inspecciones en vehículos y a personas están siendo constantes. En ellos han participado efectivos equipados con armas largas. Son dispositivos aleatorios, en cierta manera improvisados para contar con el factor sorpresa, a lo largo y ancho de la ciudad. Suelen ser cortos para evitar que las filtraciones en grupos de Telegram dificulten su trabajo, pero más numerosos e intensos.

Pero el objetivo principal es vigilar especialmente lugares concretos. Emplazamientos o eventos que puedan congregar una mayor cantidad de personas (conciertos, competiciones deportivas, etc.), edificios públicos o instituciones, entre ellos la propia Comisaría, centros comerciales e hipermercados, comunidades e inmuebles religiosos y también centros educativos. No hay que olvidar que los atentados perpetrados en los últimos días en países europeos como Francia o Bélgica han tenido lugar precisamente en colegios y en las horas previas a un partido de fútbol entre selecciones.

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