La Audiencia Provincial ha enmendado la plana al juzgado de instrucción número 4 de Burgos y ha absuelto a un ciudadano de un delito de usurpación de la propiedad privada porque el inmueble que ocupó se encontraba «en estado ruinoso e inhabitable». El acusado sí que lo utilizaba como morada propia y para cultivo y cuidado de animales, razón por la que en primera instancia fue condenado a una multa de 360 euros.

Los hechos datan del mes de abril de 2022. En esa fecha, el propietario de un inmueble situado en el paraje de Las Cabezadas, en el barrio de Villafría de la capital, se percató de que en la casa había movimiento. Como él no había consentido que nadie viviera allí ni había dado autorización denunció los hechos, no sin antes haber advertido al okupa de manera reiterada de que tenía que abandonar el lugar. Como no le hizo caso, acudió a los tribunales. En un principio relató que en ella vivían hasta seis personas, pero el juzgado instructor acabó condenando solo a uno de ellos, porque quedó acreditado que el resto acudía allí de «forma ocasional y para visitar» al okupa.

La multa de 360 euros que le impuso la titular del órgano ha quedado finalmente en nada, puesto que el recurso de la defensa del procesado ha prosperado en la Audiencia Provincial.

Entre los muchos elementos que requiere la comisión de un delito de ocupación pacífica de inmuebles se halla uno que establece la jurisprudencia. Numerosas sentencias -advierte el tribunal provincial- han considerado que «no son penalmente punibles las ocupaciones de fincas abandonadas o ruinosas». En el caso del inmueble del barrio de Villafría, «de las pruebas practicadas en el juicio oral queda acreditado que se encuentra en un estado ruinoso e inhabitable como morada para cualquier persona, lo que excluye su ocupación» (...).

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