Cardiología fue uno de los pocos servicios del HUBU que cerró el verano con un descenso de la espera media para una primera consulta; una mejoría que, sin embargo, no se aprecia en lo relativo a la realización de pruebas no urgentes (una cita normal para un ecocardiograma se programa ahora con plazos de hasta un año) ni tampoco en las consultas de comunicación de resultados, que, como ha constatado este periódico, se están fechando en márgenes temporales que ya rondan el medio año.
Así, pacientes con síntomas que los especialistas han considerado lo suficientemente importantes como para motivar la realización de un estudio de monitorización cardíaca (más conocido por el nombre del creador del dispositivo que lo hace posible, Holter) o de un ecocardiograma (para obtener imágenes en movimiento del corazón, así como de sus conexiones internas o con venas y arterias) tienen que esperar unos seis meses para conocer los resultados y, por tanto, la confirmación o el descarte de las patologías que el cardiólogo que las indicó sospechaba en el momento de la consulta inicial. Diario de Burgos, en concreto, tiene constancia de un caso en el que se realizaron sendas pruebas (Holter y ecocardiograma) a mediados de agosto y el paciente no conocerá los resultados hasta avanzado febrero. Es decir, que todavía tiene por delante tres meses. Y, según ha podido confirmar este periódico, este ejemplo no es una excepción.
Lo habitual era que Cardiología programara estudios como el Holter -que registra el comportamiento del corazón durante todo el tiempo en el que el paciente lo lleva conectado- de manera que entre la realización de la prueba y la comunicación de resultados pasaran días o, a lo sumo, alguna semana. De hecho, lo que se suele hacer es tramitar sendas citas al mismo tiempo para que no transcurra demasiado tiempo entre la realización de la prueba y la comunicación del resultado.
Sin embargo, sucede también que meses como agosto, con parte del personal de vacaciones, se prestan a la cancelación de consultas (algo que tiende a comunicarse por carta, sin que el paciente pueda objetar nada) que tienen que volver a programarse y, en casos como el denunciado en este periódico, con unos plazos que exceden lo que sería recomendable.
Lo sorprendente de semejante demora, seis meses para unos resultados, es que toda la asistencia depende del mismo servicio. Es decir, que en el proceso no intervienen especialistas de otros servicios, sino que tanto los estudios necesarios como las fechas para informar de los resultados los gestiona Cardiología. Hasta ahora, lo normal era que en esperas tan largas como esta intervinieran especialistas de varios servicios; es decir, que para un diagnóstico de Urología, por poner un ejemplo cualquiera, hubiera que esperar a un estudio de imagen dependiente de Radiología. En este supuesto hay más espera porque tienen que coordinarse dos especialidades distintas.
351 días de espera. No obstante, si los pacientes pueden llegar a esperar hasta medio año para saber qué información se obtuvo de un Holter, la demora para pruebas como el ecocardiograma es de casi el doble. Es decir, que desde que se solicitó la prueba hasta que se da el resultado podrían llegar a pasar hasta 18 meses.
Este periódico tiene constancia de que pacientes que solicitaron el pasado octubre un estudio de este tipo -no preferente, sino normal- fueron emplazados a acudir a finales de septiembre del 2024 para hacérselo. Este plazo, que el paciente ha de intentar acortar previa queja en Atención al Paciente, encaja con los datos sobre «esperas teóricas máximas» que la gerencia del hospital admitía a finales de agosto en un documento interno, cuya veracidad negó una vez que trascendió: 351 días para una ecocardiografía y 230 para un Holter.
La gerente, Ana Lucía Fernández, alegó que ese documento contenía «muchos errores». No obstante, y a pesar de la insistencia de este periódico por conocer los datos correctos, todavía no se han facilitado. Y a juzgar por las demoras que están denunciando los pacientes que solicitan ahora las citadas pruebas, parece que en este caso sí eran correctos.