El sector vitivinícola avisaba de los riesgos de las heladas y los peores temores se han confirmado. Una bajada de temperaturas, con zonas donde se han superado los -2 grados durante más de dos horas en la madrugada de ayer, daba lugar a una helada «generalizada» pero con afectación diversa, en función de los términos municipales y de la ubicación de las parcelas.
Desde el Servicio de Ensayo y Experimentación del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero, su responsable, Alberto Tobes, centra la zona cero de los daños en la ribera burgalesa. «En Valladolid y parte de Soria ha sido menos intensa, pero aquí ha tocado a Aranda, La Aguilera, Gumiel de Izán, Quemada, Zazuar, Peñaranda de Duero, Santa Cruz de la Salceda, parte de Moradillo de Roa...», enumera algunos de los territorios más afectados, sin atreverse a fijar un porcentaje de viñas perjudicadas. «Ha tocado, sí, hay zonas donde ha secado buena parte de las hojas, y sí va a hacer daño y sí se va a notar en cuanto a reducción de cosecha», asegura rotundo.
(Más información y testimonios, en la edición impresa de este jueves de Diario de Burgos)