Diario de Burgos

La sequía y el avispón golpean a la apicultura

R.E. MAESTRO
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Los productores burgaleses temen una campaña peor que la anterior, que ya fue mala, debido a la falta de lluvias desde hace unos meses y a que la avispa velutina, una especie invasora, comienza a instalarse en nuevas zonas

La sequía y el avispón golpean a la agricultura - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

La persistente sequía unida al calor está llevando al límite al campo burgalés y los apicultores temen lo que pueda ocurrir de cara a esta campaña. La producción de miel ya cayó el pasado año entre un 50% y un 70% por estas mismas razones, pero ahora la situación resulta aún más preocupante «al no haber tenido invierno ni primavera».

Como explica Yolanda Martínez, vicepresidenta de la asociación burgalesa de este gremio (Asapibur), el clima ha hecho que la mortandad sea muy elevada, que las colmenas se hayan adelantado un mes y que se está teniendo que alimentar a las abejas para mantenerlas. Y a todo ello se suma que ahora la avispa velutina o asiática ha comenzado su expansión por la provincia.

«Esto es un desastre, si llueve mucho en los próximos 15 días igual se puede salvar, aquí quedan todas las floraciones por venir pero mala pinta tiene», expone Agustín Blanco, de Miel Sabinares del Arlanza, que explica que el tomillo -una de las más importantes y que más temprano proliferan- ya requiere agua. Argumenta que la colmena se encuentra bien en este momento debido a que ha hecho buen tiempo, pero las expectativas son «muy malas» debido a la continua sequía. 

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