Diario de Burgos

Menos bañistas en Orbaneja pero no en Pedrosa de Tobalina

P.C.P.
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La Guardia Civil precintó la cascada de El Peñón por desprendimientos el 8 de agosto pero ahora le corresponde al Ayuntamiento vallar e impedir el acceso de público, que se sigue congregando allí

Bañistas en la cascada de Pedrosa de Tobalina el 13 de agosto, días después de precintarse el acceso por desprendimientos. - Foto: DB

Ha sido un verano con jornadas especialmente calurosas, pocas piscinas municipales abiertas y más ¡gente que nunca en los pueblos, lo que ha incrementado la afluencia a las zonas naturales de baño, en algunos casos con riesgos para los usuarios más por sus conductas imprudentes que por el entorno en sí. «Como norma general, salvo que esté prohibido expresamente, el baño está permitido», detalla la Guardia Civil, que acude cuando es requerida por la autoridad competente.

En la cascada de El Peñón de Pedrosa de Tobalina tuvieron que intervenir el pasado 8 de agosto, con motivo de unos desprendimientos de rocas. Tras desalojar la zona, los agentes de la Benemérita procedieron a precintarla para impedir el acceso, pero bien es cierto que las cintas de plástico han tenido un escaso efecto disuasorio y los bañistas han seguido acudiendo a la zona, como se puede apreciar en la imagen.

«En el caso de que la zona de baño se encuentre en un parque natural, la regulación es a través de un plan autonómico de ordenación de los recursos naturales como es el caso de Pedrosa de Tobalina. Con la llegada de la pandemia de la covid-19, la Junta dejó en manos del ayuntamiento la prohibición del baño», reseñan desde el Instituto Armado. Queda, por tanto, en manos del Valle de Tobalina proceder a vallar y a impedir con medios físicos el acceso a la zona.

En veranos precedentes ya se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de prohibir el baño en esta poza del río Jerea. El año pasado, tras la muerte de un joven que saltó desde lo alto de la roca, el Ayuntamiento colocó unas vallas con cintas para tratar de disuadir al menos de estos peligrosos saltos. Ya entonces, la alcaldesa del Valle, Raquel González, apuntó que se estaban estudiando otras medidas pero nada ha cambiado este año.

En otra popular cascada, la de Orbaneja del Castillo, sí se ha notado una disminución de los bañistas en el entorno de su fotogénica cascada y de las pozas de la turquesa, desde que su alcalde denunciara en este periódico los peligrosos saltos de algunos irresponsables desde el puente y el daño que la masiva llegada de cuadrillas de jóvenes estaba provocando en un entorno natural privilegiado.

La administración del Parque Natural Hoces del Alto Ebro y el Rudrón ha colocado un cartel para disuadir de este tipo de conductas, ya había uno y desapareció, aunque la Guardia Civil aclara que «el baño está permitido legalmente porque no hay ninguna norma que lo impida expresamente». Se trabaja en la revisión de la legislación que regula este espacio natural para que haya una prohibición expresa, como ocurre con la acampada.

LERMA. Finalmente, a principios de verano se detectó a un grupo bañándose en Lerma y saltando desde el puente al Arlanza. El Ayuntamiento lo reguló prohibiéndolo. No ha habido nuevas quejas, según confirma la Benemérita.