Diario de Burgos
Blanca García Álvarez

De aquí y de allí

Blanca García Álvarez


Burgos, diariamente

14/09/2023

En uno de esos días del eterno verano de la ancha Castilla me propuse entrar a 'robar' en las estanterías familiares para encontrar una novela que poder leer en la plaza, con un sombrero de paja que me quitase el sol y la dignidad. Entre mi botín también hallé otro tesoro: una portada del Diario de Burgos de 1952. Probable victoria del General Eisenhower en las elecciones presidenciales de EEUU y una pegatina con el nombre de mi bisabuelo. No me imagino a Justino pensando que su bisnieta escribiría setenta años después en las mismas páginas.

También es la misma cabecera que revisaba con lupa en mano con mi abuelo para comprobar si nos habíamos convertido en millonarios, hasta que falleció, curiosamente, el día del Gordo y el agua hizo que los listados eternos de números ajenos se emborronasen. Era el segundo Estado de Alarma y sólo pude despedirme a través de estas páginas, que fue lo último que leyó.

Hace un año me llamó el director para escribir en el diario que ha acompañado cada recuerdo de mi vida: lo sigo leyendo con mi abuela -se queja de que la letra es muy pequeña y sólo llega a los titulares-, lo comentamos toda la familia y, ahora, me dicen mis vecinos que buscan mi cara para leerme.

«Que no, que hoy no es, que es cada dos jueves», dice la prima de mi madre. «No hay semana que me lo pierda», me cuenta una vecina del pueblo del valle que me ha visto crecer. Fui una vez de compras con mi tía y les enseñó la columna correspondiente a cada dependienta señalándome. Por no hablar de una de mis mejores amigas, con la que puedo tener un problema si no le mando la columna antes que a mi editor.

Ya ven que estas líneas que escribo siempre corriendo son todo un evento familiar y social. Las comentan al salir de misa en el pueblo y en cada grupo de Whatsapp que tengo con algún burgalés. Por eso, en mi primer aniversario, dejo a un lado la actualidad para agradecer a quienes hacen (y hacéis) que estas páginas continúen existiendo y formen parte de nuestras vidas.