Diario de Burgos

Burgos pierde más de mil plazas de aparcamiento en cinco años

D. ALMENDRES / Burgos
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El problema de la falta de espacios aumenta con las peatonalizaciones, las terrazas, el urbanismo 'táctico', las islas ecológicas y la creación nuevas paradas de autobús

La adaptación de las paradas de autobuses accesibles afecta de lleno a la pérdida de estacionamientos. - Foto: Jesús J. Matías

Los conductores se adaptan a la constante transformación urbanística que sufre la ciudad en los últimos 20 años y el problema de la falta de aparcamiento se solapa con la metamorfosis provocada por las nuevas políticas medioambientales, de movilidad y de accesibilidad. Incluso, la sociedad evoluciona hacia otras maneras de desplazarse motivadas por  causas directas como es el puro y duro ahorro. El cóctel de circunstancias afecta al espacio. Esta tendencia imparable provoca que solo en los últimos cinco años, Burgos haya perdido alrededor de 1.000 aparcamientos, si bien surgen medidas para compensar en cierta forma esta situación.

Con la perspectiva actual, habría que hacer un pequeño esfuerzo de memoria para recordar cómo era el Centro Histórico hasta finales del siglo XX, con la normalizada presencia de coches o la calle Santander con un fila de vehículos estacionados en su margen derecho. Sin embargo, poco a poco estas medidas se han extendido a otras zonas de la capital y las peatonalizaciones ya han llegado al barrio de Gamonal.

Las obras iniciadas en calle Roma, Francisco Grandmontagne y Lavaderos han eliminado en torno a 200 plazas en un punto especialmente sensible. El parking disuasorio, con capacidad para 600 vehículos y con un margen de ampliación de otros 150, ha ganado protagonismo desde su inauguración en 2014 y el Ayuntamiento ya propone aplicar esta fórmula en otras localizaciones como el Silo para ofrecer una salida a esta situación.

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