El Consorcio Provincial de Residuos ofrece un servicio a 111.508 habitantes de 378 municipios y 810 pedanías de Burgos y considera que el de recogida selectiva de papel/cartón y envases ligeros (EELL) «está sobredimensionado en exceso» pese a que no todas las localidades disponen de contenedores para estos materiales. El Procurador del Común insta a corregir esta carencia para conseguir que todos los ciudadanos, «residan donde residan», puedan «colaborar en la consecución de los objetivos de reciclaje» fijados por las leyes.
La resolución da contestación a una queja por lo que se considera «una discriminación y un trato desigual a los vecinos y residentes temporales en estas localidades», que además de no poder reciclar «sufren problemas derivados de la saturación» de los recipientes a los que van todos los restos. El Consorcio remitió un informe con datos para defender que el servicio está dimensionado «incluso más allá de lo recomendado por Ecoembes», por encima del 500% según sus datos, con una «más que suficiente dotación de contenedores» de papel-cartón y envases ligeros.
Reconoce que «no es infrecuente la solicitud» de más contenedores para el reciclaje, cuya procedencia o improcedencia» se valora en función de «su verdadera necesidad» y buscando la racionalidad y eficiencia de la gestión» de los residuos. «En líneas generales, no hay descontento con el servicio que se viene prestando, y se puede entender como hechos puntuales la pertinaz incomprensión a la no puesta de contenedor de papel-cartón o de EELL una vez desestimada la solicitud», opinan en ese informe.
El Procurador del Común considera que «la mejora en la implantación de los sistemas de recogida no tiene que suponer siempre, y en todos los casos, que se sitúen contenedores de recogida selectiva» y que se puede valorar que «se realice en las zonas rurales aisladas o con baja densidad de población a través de sistemas de recogida puerta a puerta o mediante puntos limpios o de aportación móviles, de forma que toda la población, con independencia del lugar de residencia, pueda participar del sistema» de reciclaje. Además, esto permitiría retirar contenedores de la vía pública, «dejando un número reducido de ellos en áreas de emergencia, para el caso de que los usuarios no puedan servirse de los horarios o días de recogida establecidos, lo que puede suceder en municipios en los que abunden las viviendas estacionales o de uso temporal, como es frecuente en el medio rural de la provincia de Burgos», añade.
Además, propone al Consorcio que valore la posibilidad de colaborar con las entidades locales para adaptar las ordenanzas a la Ley de Residuos y para realizar campañas de sensibilización social y educación, encaminadas a que la ciudadanía tenga «una participación más activa e informada» en las labores de reciclaje.
Vidrio. Capítulo aparte merece la gestión del vidrio, que se realiza a través de un convenio con Ecovidrio (caducado desde hace más de 10 años), por el que esta entidad suministra los contenedores y los recoge y transporta para su valorización. Existen 1.956 recipientes tipo iglú de 3.000 litros repartidos por 235 ayuntamientos, que en 2022 recibieron 4.234 toneladas, el doble que de papel-cartón y 2.000 más que de envases. El Consorcio considera estos resultados «bastante razonables», con una distribución «lógica», aunque reconoce que este verano ha recibido alguna queja «por parte de alcaldes relativa a la tardanza en su vaciado» al estar completamente llenos.