La Policía Local ha detenido en Burgos a un hombre de 37 años que agredió a un agente tras negarse a pasar la prueba de alcoholemia después de sufrir un "incomprensible" accidente en la carretera Madrid-Irún, cerca del barrio de Villafría. 

Los hechos tuvieron lugar el pasado viernes, 18 de agosto, sobre las 19:30 horas de la tarde. Un aviso al teléfono de emergencia 112 alertó a los agentes sobre un accidente sufrido por un vehículo que de manera incomprensible se había salido de la vía, colisionando contra unos setos.

Cuando llegaron los agentes de la Unidad de Protección Ciudadana pudieron observar que el conductor aún se encontraba en el interior del vehículo y con el motor en marcha, por lo que procedieron a su identificación y a apagar el motor del vehículo, retirando las llaves en prevención, ya que presentaba síntomas compatibles de estar bajo la influencia de las bebidas alcohólicas o drogas.

En reiteradas ocasiones se le informó de la obligatoriedad a someterse a la prueba de alcoholemia, negándose en todas y cada una de ellas, por lo que los agentes de la Unidad de Atestados instruyeron diligencias por la comisión de un presunto delito contra la Seguridad Vial debido a su negativa.

En el posterior registro corporal se encontró una sustancia estupefaciente compatible con marihuana, la cual quedó intervenida y por la que se levantó acta de infracción.

Suponiendo que pudiera llevar más sustancias en el vehículo, se pidió la presencia de la Unidad Canina (UCIR) y cuando los agentes llegaron al lugar y pretendieron intervenir en el interior del vehículo fueron sorprendidos, de manera violenta y muy agresiva, por el conductor, que arremetió contra uno de los policías golpeándole y, acto seguido, salió a la carrera huyendo del lugar.

Cuando fue interceptado por otro de los agentes, arremetió de nuevo contra él, golpeándole en el rostro, siendo finalmente reducido y detenido como presunto autor de un delito de atentado contra los agentes de la autoridad.

Significar que tanto en el traslado en el vehículo policial como en los calabozos presentó una actitud muy agresiva y desafiante, insultando constantemente, intentando golpear a los agentes, escupiendo en reiteradas ocasiones, golpeando y dañando el mobiliario de las instalaciones así como el interior del vehículo patrulla.