Diario de Burgos

"En la Alta Edad Media Burgos era absolutamente judía"

R. PÉREZ BARREDO / Burgos
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El investigador Eloy López Zamanillo hace una enmienda a la totalidad de la historia oficial de Burgos en su nueva obra, Burgos Ignotus. La ciudad escondida, con revelaciones que ponen patas arriba el relato de la Caput Castellae en el Medioevo

"En la Alta Edad Media Burgos era absolutamente judía" - Foto: Valdivielso

«Al haber entendido la creación de esto que llamamos Burgos de una manera equivocada, como la fundación de una ciudad en un momento concreto -un señor que llega aquí en 884 y pone un Castillo y desde ahí surge todo-, el relato de la historia de Burgos y su desarrollo urbano va mal en cascada, como las piezas de un dominó». Quien esto asevera se llama Eloy López Zamanillo, arquitecto e historiador burgalés que hace ya cinco años revolucionó la historia oficial local asegurando en una tesis (después convertida en libro, Ave Bvrgvs) que la Cabeza de Castilla no fue obra del conde Diego Porcelos, sino que fue fundada por los romanos en el siglo III. Ahora está a punto de realizar nuevas revelaciones en una nueva obra: Burgus Ignotus.La ciudad escondida, que será publicada por la espléndida editorial burgalesa Atticus.

Hay, afirma López Zamanillo, un «agujero negro» en la historiografía de la ciudad. Defiende este investigador contracorriente que, para entender bien el desarrollo urbano de la ciudad, la madre del cordero es la más antigua judería, que fue la segunda más importante después de la de Toledo. «Si esto fue así, y en eso parece que hay consenso, lo previsible es que estuviese en consonancia o directamente proporcional a su población. La hacienda demuestra que la judería de aquí era muy fuerte. Aquí se piensa que tenemos una judería intacta bajo tierra en un lugar que no era de privilegio en la ciudad.Sin embargo, mi investigación demuestra que no fue así. Se ha explicado la historia de Burgos como que fuera algo singular, providencial, prodigioso.Y no fue así. En mi estudio hago una enmienda a la totalidad de esa historia».

Burgus Ignotus es, señala Zamanillo, una hasta ahora «inédita radiografía urbana medieval» centrada en los periodos más oscuros de ésta -siglos IX, X, XI-, donde hasta ahora había muchas suposiciones, conjeturas de todo tipo y apenas certezas. En su obra fija sobre el mapa de la ciudad «aquellos espacios, nunca hasta hoy claramente resueltos, donde las comunidades judías y musulmanas que habitaron la ciudad medieval establecieron sus espacios de residencia (las conocidas como juderías y morerías) y su morfológía cambiante a lo largo del tiempo a consecuencia de diversas vicisitudes, así como descubre otros lugares vinculados a su cotidianidad (espacios de culto como las sinagogas, de las que el autor localiza hasta cinco, varias de ellas transformadas en iglesias -lo cual era habitual- e incluso también mezquitas o cementerios.Así,  en este caso se descubre la situación del gran camposanto judío que hubo la ciudad (por el entorno de la calle Corazas y está casi intacto), así como cuatro almacabras o cementerios islámicos, «algo increíble, pues es tan solo comparable a las ciudades de tradicion andalusí del centro y sur peninsular».

En la obra, que verá la luz el mes que viene, se analiza lo que su autor denomina 'sistemas estructurantes' «que modelaron la ciudad medieval de forma rotunda, como el paso de la principal calzada romana peninsular (la conocida como Vía Aquitana) por el centro de su núcleo urbano -la cara sur del cerro, donde se configura la espina dorsal de la ciudad medieval, o la situación del mercado más primitivo e inédito hasta hoy, emplazado extramuros, así como el trazado que dispusieron murallas de la urbe anteriores a las hoy conocidas, o la singularidad de los ríos urbanos (las llamadas esguevas) y su participacion en el desarrollo urbano medieval de un modo nunca convenientemente valorado hasta hoy». Indica López Zamanillo que nunca ha sido su interés tirar piedras contra nadie: «he hecho un análisis urbano medieval recurriendo a las fuentes originales».

(Reportaje completo en la edición en papel de hoy de Diario de Burgos o aquí)